En marzo os hablé del Volkswagen Amarok Canyon Concept, un prototipo que tenía toda la pinta de convertirse en modelo de producción tarde o temprano. De hecho, tenía tanta pinta que ya podemos decir sin miedo a equivocarnos que llegará a los mercados el año que viene.
El pick-up que nos presentan se parece mucho al del prototipo, pero como suele ser habitual no es tan espectacular y se conforma con unos acabados más comerciales. Eso sí, los colores empleados para la carrocería siguen siendo llamativos, los pasos de rueda son muy marcados y la regleta de faros adicionales le otorga un aspecto que es digno de ser aplaudido.
En el lateral advertimos que los estribos eléctricos son más moderados. Ahora simplemente están formados por un tubo que sobresale del resto y que es de esperar que sea un elemento fijo. El paragolpes de color negro también es distinto y el frontal se ha modificado ligeramente para no estar tan recargado. Los neumáticos también son más comedidos, unos 245/70 R17 que pueden combinarse con unas llantas de aleación de 18 pulgadas.
Buenos acabados para el interior
Pese a ser el típico pick-up que se suele conducir sudando la gota gorda, los acabados son de calidad y denotan cierta delicadeza. La instrumentación luce en tonos cromo mate, los asientos son de semicuero bicolor Moon Rock y Antracita y el volante y el pomo de la palanca de cambios están forrados en cuero.
Los colores por los que podemos decantarnos son de lo más variopintos: naranja Copper, plata Reflex, beige Arena y gris Natural.
Motorizaciones
Los motores son dos TDI ya conocidos: 2.0 de 122 CV y 2.0 TDI Bi-Turbo de 180 CV y 400 Nm de par motor máximo que ya pudimos ver en el prototipo. Se mantiene la tracción 4Motion conectable o permanente y la caja reductora, mientras que el bloqueo de diferencial trasero es un opcional disponible para todo aquel que quiera exprimir sus capacidades off-road.
