El compacto cinco puertas de Fiat, ahora FCA (Fiat-Chrysler Automobiles), dejó de fabricarse en Europa en el mes de julio. Lo que sobrevive todavía en la oferta española es una versión única con 105 caballos diesel y con una dotación que excede la generosidad, sensor de aparcamiento y asistente de arranque en pendiente incluido. Y todo a un precio de saldo, considerando la media de las marcas generalistas en este tipo de vehículos. Pero en la actualidad y dentro de la Unión Europea, Fiat se centra en desarrollar otros productos, especialmente los asociados a la gama 500, y estamos por presenciar asimismo la extinción de algún nombre histórico como el Punto.
Aún así, un hecho o una singularidad que se conoce poco es que Fiat-Chrysler tiene su complejo industrial más grande instalado en Brasil. Y en ese peculiar mercado que no obedece ni a las leyes evolutivas europeas, ni a las norteamericanas, ni a las asiáticas, el Fiat Bravo, además de sobrevivir, se regenera y cambia.
A principios de año, el modelo acogerá unas reformas suaves en su carrocería. Y algo de actualización mecánica con los turbos italianos. El objetivo es superar un impasse de ciclo de media vida hasta que emerja una generación siguiente (abrir aquí un gran signo de interrogación expectante.)
¿Qué hay de nuevo?
Rediseño de la calandra y reubicación de los antinieblas, que ganan más protagonismo en el rostro del coche. Unos faldones laterales, un parachoques trasero que termina en un símil de difusor con una salida de escape doble y una gama de llantas inédita son lo más atractivo en las versiones con equipamiento sport. La carrocería bicolor con el techo contrastando el resto de la chapa cierra la lista de cambios.
Es una lista corta, si se quiere, pero suficientemente refrescante para un coche que ha levantado su personalidad sobre un diseño de siluetas curvadas, del todo opuesto a los rectilíneos Fiat Stilo anteriores.
En el habitáculo han sustituido el volante y han tecnificado la consola central con una pantalla táctil. El emparejamiento con los teléfonos móviles, el navegador y las funciones de audio y ordenador del coche estarán controlados desde ahí.
Motores
Nada de diesel, esto es Brasil. Hay un motor atmosférico de 1.8 litros que se puede asociar en opción a una caja automática dualogic-plus, que es de tipo robotizado, y después el 1.4 T-Jet, que es un bloque de los de estilo navaja suiza: multiusos y con mil caras. Alfa Romeo Giulietta o los Abarth 500 lo emplean.
Bravo futuro
Desde que en la primavera del 2014 Sergio Marchionne explicase a los medios el plan quinquenal de la casa, han brotado cientos de meandros de datos contradictorios. En las gráficas enseñadas por Fiat figuraban muchos dibujos de coches tapados por una manta. Entre ellos estaba el reemplazo del compacto en el 2016.
El único rumor que aún resiste al paso de los meses es que hay un pacto con Tofas, fabricante de automóviles referente en Turquía. Y de ahí debería salir otro Bravo, o Fiat 500B, como también puede leerse en más de un mentidero. Dejemos correr el tiempo hasta que lleguen noticias por canales autorizados y oficiales. Comoquiera que lo llamen, hay ganas de verlo.
