El eterno debate existe aquí y en otras partes. Me refiero al de opinar sobre el límite de velocidad que hay que fijar en las carreteras, que por supuesto es una cuestión bastante peliaguda que no se puede decidir a la torera.
En España podemos circular a un máximo de 120 km/h en autopista, mientras que en Francia, uno de nuestros países vecinos, pueden hacerlo a 130 km/h. ¿Dónde se hacen mejor las cosas? No lo sé, pero el caso es que no todos los países piensan en ampliar los límites por el simple hecho de que algunos conductores estén descontentos, sino más bien todo lo contrario. Es el caso de Holanda, aunque, como verás, la razón no hay que buscarla en los accidentes de tráfico, sino en la contaminación.
Medida aprobada tras un fallo judicial
Mark Rutte, primer ministro holandés, salió a la palestra para anunciar que a partir de 2020 los ciudadanos holandeses no podrán circular a 130 km/h por autopista, sino que tendrán que hacerlo a 100 km/h tanto en las autopistas como en las autovías. Se trata de una reducción considerable que podría ser efectiva a partir del próximo 16 de marzo, o al menos eso es lo que se está diciendo por esos lares.
Todo esto tiene su razón de ser echando un vistazo a los niveles de contaminación, que por lo visto son tan altos (deben ser insignificantes comparados con los de España) que un fallo judicial ha dado la razón a quienes consideran que los óxidos de nitrógeno (NOx) están por las nubes, y nunca mejor dicho. Eso sí, cuidado porque la culpa no solo la tienen los coches, ya que reconocen que las vacas y las ovejas.
En Holanda las granjas registran el cuádruple de biomasa animal por hectárea si se compara con el promedio de la Unión Europea, motivo por el cual los expertos se atreven a afirmar que la agricultura del país es la que genera cerca de la mitad de la contaminación por nitrógeno.
El nuevo límite de velocidad, que por cierto no será obligatorio entre las 19:00 y las 06:00 horas, se supone que ayudará a reducir los niveles de NOx hasta el punto que se podrán reiniciar ciertos proyectos inmobiliarios que ahora mismo están parados por culpa de la contaminación.