Ford T Hot Rod con 2.500 CV


Formas de matarse hay infinitas y variopintas, se diría que son a gusto del consumidor; algunas, ciertamente, tienen muy poco glamour o son muy escandalosas. Siempre está la opción de eso que llaman el ‘turismo de la muerte’, donde pides un crédito abultado al banco, te tomas unas vacaciones alto standing hasta reventarlo todo en Suiza, Holanda, Bélgica u otro lugar donde el suicidio asistido sea legal, y te vas tan ancho.

Los amaxofílicos o locos por la conducción ya disponen de una nueva manera que tal vez esté más acorde con sus gustos: el último de los cien mil Hot Rods que se han hecho sobre la base de un Ford T. En concreto, éste es de 1932 y ahora mismo está a subasta en la casa Hemmings. Acabo de consultarlo y la puja ya alcanza los 209.900 dólares y sigue abierta…

Esta barbarie está homologada para circular, al menos en el Estado de Michigan, donde el hecho de que tenga 16 tubos de escape no parece importar demasiado.

Mecánica

Como se observa en la galería de imágenes, se le han injertado en paralelo dos motores de clase HEMI construidos por la firma Keith Black. Cada motor es un 9.3 litros turbo con 8 cilindros en V, y, obviamente, cada uno eroga 1.250 CV de potencia. Como van emparejados y se inflan de Óxido Nitroso como los culturistas con los esteroides, no tienen problema en catapultar al Hot Rod con 2.500 CV.

¿Qué cambio de marchas puede aguantar eso? La respuesta en un Pro Mod de únicamente dos velocidades y sin marcha atrás.

Bugatti, Ferrari o McLaren sólo llegan a la mitad de esa potencia pero tienen algo esencial: pueden conducirse en línea recta. Viendo las ruedas delanteras, albergo una profunda incertidumbre de que se pueda hacer lo mismo con este Ford T.

Y mis dudas están avaladas por el hecho de que nadie lo ha conducido jamás. Ya tiene unos años, pero sólo ha estado en muestras como el SEMA Show y otras concentraciones orgiásticas de amaxofílicos norteamericanos. Así, pues, creo que comprarlo, subirse encima e intentar simplemente circular, sería una forma harto segura de matarse. Bastante espectacular y aparatosa, eso sí.

Acabo de mirar la hora en el reloj… Como es mi último artículo del 2013, os deseo que tengáis una noche bonita. Nos leemos en el 2014. Abrazos.

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