El Fiat 500L desembarca en Norteamérica


No ha sido tan épico como el desembarco de Normandía, pero Fiat ha decidido darle bastante bombo a la llegada del Fiat 500L a Norteamérica. El utilitario familiar cruza el charco casi un año y medio después que el Fiat 500, que se puso a la venta el 5 de enero de 2011 con Jennifer López como embajadora oficial. Como tanto el modelo convencional como el 500 Abarth se han vendido bastante bien allí, la firma italiana ha creído oportuno hacer un nuevo esfuerzo con el 500 de mayores dimensiones.

Un viaje muy largo

El primer carguero llegó al puerto de Baltimore, en Estados Unidos, el pasado 23 de mayo. Lo hizo con 3.000 vehículos, pero no todos se quedaron allí. Prosiguió su travesía y atracó en el puerto de Halifax, en la costa de Canadá, donde vieron la luz las unidades que todavía estaban dentro de la embarcación.


El proceso no ha sido ni mucho menos ágil, algo que debería plantearse el Grupo Fiat. Los 3.000 Fiat 500L salieron de la planta de Kragujevac, en Serbia, con dirección al puerto de Bar, en Montenegro. Desde allí partieron hacia Estados Unidos el 10 de mayo, por lo que han tardado unos cuantos días en cruzar el Atlántico. Por eso creo que no sería una mala idea construir una fábrica en un país como por ejemplo México. En Toluca ya tienen una, pero solo para determinados modelos como el 500 Abarth.

Una razón más para llegar a Norteamérica

El éxito del 500 y el 500 Abarth no es la única razón para semejante travesía. El Fiat 500L se está vendiendo tan bien en Europa que están convencidos de que en Estados Unidos y Canadá pasará lo mismo.

Los datos le avalan porque es el único modelo de Europa en continuo crecimiento en su segmento. Desde que se lanzó al mercado, en otoño de 2012, ya se han matriculado unas 34.000 unidades. ¿Hablaremos de 3.000 más en muy poco tiempo? Los norteamericanos tendrán la palabra.

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