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BMW anuncia la llegada de los M140i y M240i, que como seguramente ya sabrás son los nombres con los que han sido bautizados los M135i y M235i. ¿A qué se debe el cambio de nombre? Pues a una simple mejora mecánica que por suerte no se ha traducido en un incremento del precio a pagar por las versiones disponibles.

Evolución mecánica a coste cero

Haciendo un poco de memoria, hay que comentar que estos dos modelos de la familia BMW M Performance equipan un motor de 3.0 litros y seis cilindros capaz de entregar 340 CV de potencia (15 CV más que antes) para ofrecer una aceleración tres décimas más rápida que la de sus antecesores.

El M140i completa el esprint en 4,8 segundos, pero esa cifra la puede rebajar a 4,6 segundos empleando la caja de cambios automática Steptronic de 8 velocidades. Consume una media de 7,8 l/100 km (7,1 l/100 km con cambio automático) y sus emisiones son de 179 g/km de CO2 (163 g/km de CO2 con cambio automático). La cosa mejora con la tracción BMW xDrive, ya que en ese caso el 0 a 100 lo ventila en 4,4 segundos y los datos de consumo y emisiones son más bajos: 7,4 l/100 km y 169 g/km de CO2.

Tampoco se queda corto el BMW M240i Coupé, que pasa de 0 a 100 km/h en 4,8 segundos (4,6 segundos con cambio Steptronic) y registra unos consumos y unas emisiones idénticos a los de su hermano pequeño. El M240i Cabrio, por su parte, se pone a 100 en 4,9 segundos (4,7 con Steptronic), consume una media de 8,3 l/100 km (7,4 l/100 km) y emite 189 g/km (169 g/km).