Volkswagen Golf R 2021, reduciendo la oferta

Con el Golf VIII se introduce la quinta generación de los ‘R’, que en las dos primeras versiones eran conocidos como ‘R32’. Se trata del Golf con mayor rendimiento, y derivado siempre de los Audi S3. Con intención de complacer las normativas de contaminación, hace tiempo que apartaron los motores de seis cilindros. Los Golf R, desde el 2010, han montado el cuatro cilindros de dos litros con turbocompresor, un bloque conocidísimo en el grupo VAG y que admite muchos retoques minúsculos en piezas internas para soportar lo que la centralita le demande.

20 CV más y novedades mecánicas

El Golf R ‘2021’ sube 20 CV y se coloca en los 320 CV. A nuestro entender, es un vehículo que siempre ha sido estupendo; animalesco y refinado a la vez, aunque a los carreristas y aficionados a circuitos recomendaríamos antes otros turismos deportivos, como por ejemplo un Ford Focus RS, un Honda Civic Type-R, u otro hermano del Golf R, que es el CUPRA León. Todas estas posibilidades, además, cuestan menos dinero.

En azul, en blanco o en negro, nada más han dejado el cinco puertas. Se reduce la oferta, pues desaparecen las tres puertas y la carrocería familiar que conocimos en el 2014. Retirar el Golf Variant R nos parece que a la larga puede escocerle un tanto a Volkswagen. Pero, en el caso de que alguien quiera más de 300 CV y mucho maletero, irá a parar al CUPRA León familiar y todo quedará en casa.

La tracción total no es ni simétrica ni permanente. El reparto de fuerzas lo decide el coche según el programa de conducción seleccionado y según los sensores capten pérdidas de adherencia. Es una solución de ingeniería que Volkswagen publicita de un tiempo a esta parte con el banderín de ‘4Motion’.

Sin embargo, se ha añadido una función nueva: las ruedas traseras pueden imprimir cada una fuerzas distintas. Acabando de redondear el asunto, esto, que se ha conseguido metiendo más embragues en el diferencial mecánico, va entreverado con la centralita del Control de Estabilidad, de manera que cada una de las pinzas de freno puede accionarse por sí sola con intensidad diferente al captar que el vehículo se descoloca. Es el ensayadísimo sistema de autoblocante artificial cuya nomenclatura es ‘XDS’ dentro de los coches alemanes de VAG.

La suspensión es asunto capital en estos vehículos, tanto o más que el motor. En el caso de este coche, es de dureza adaptable, con brazos independientes y con unos muelles que rebajan dos centímetros la altura del vehículo en comparación a otros Golf estándar. El Golf GTI y el GTI Clubsport también son más bajos, pero no tanto como el Golf R.

La dirección sí que es pareja a de las variantes GTI y GTI Clubsport. Constantemente cambia su dureza y cambia cuántos grados giran las ruedas. Es decir, puede que a velocidad lenta, rotar el volante un poco haga que el coche gire mucho y, a velocidad alta o con otro programa de conducción, notaremos que cuesta más mover el volante y que, además, giramos menos las ruedas. En otras palabras, es de ese tipo de direcciones conocidas como variables o progresivas.

Los frenos, asimismo, son aprovechados del GTI Clubsport, que tiene 300 CV con impulsión en las ruedas delanteras; la diferencia es que las pinzas están pintadas de color azul y llevan la letra erre inscrita.

Paquetes R-Dynamic y R-Perfomance

Hay un paquete de aditamentos R-Dynamic que aporta poca cosa, excepto un alerón trasero más grande y unas llantas de 19 pulgadas. Con este paquete o sin él, la clientela puede solicitar que se monte un escape de la casa Akrapovič, fabricado en titanio y que, evidentemente, muta de forma notoria el sonido.

Otro paquete que sí implica cambios internos es el R-Performance, porque varía el bloqueo de máxima velocidad, pasando de 250 km/h a 270 km/h. Y porque añade dos parámetros nuevos de ajustes: uno es el ‘Special’ y otro es el de los derrapes, el ‘Drift’; ya se sabe que hay quien goza con eso de los roscones de rueda quemada en el asfalto y con llevar el coche de lado. La programación ‘Special’ consiste en unas posiciones de suspensión, repartición de fuerza a las cuatro ruedas y configuraciones en el cambio de marchas sólo pensados para el circuito de Nürburgring.

Mencionar, ya terminando, que el Golf R 2021 sólo puede ser automático de doble embrague y siete velocidades; más reducciones de oferta, aparte de la evaporación de carrocerías. La gente más inclinada a los cambios manuales en los deportivos puros deberá mirar hacia Honda o hacia Ford, no le queda otra.

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