El circuito de Nürburgring es el lugar ideal para dar rienda suelta a la pasión por la conducción deportiva. Hacerlo por calles y carreteras es insensato, así que aplaudo a todo aquel que coge su coche y se va a Alemania en busca de un fin de semana divertido.
Lo malo es que a veces no es tan divertido como uno lo había planeado, ya que pisar el acelerador más de la cuenta puede traer consecuencias negativas. Y si no que se lo pregunten al conductor del Renault Mégane RS que verás en acción en el vídeo que se muestra al final de este artículo.
No es el primer Mégane RS que se la pega en el Infierno Verde
No es el primer compacto francés que se pasa de revoluciones. Creo que eso de batir el récord en la categoría de vehículos de tracción delantera ha hecho mucho daño. Pasó en junio de 2014 y desde entonces más de uno ha terminado estampándose contra las protecciones del circuito.
El de este pasado fin de semana entró a una velocidad excesiva y trató de corregir su error cuando era demasiado tarde. Trompeó y se estrelló contra las protecciones, lo que provocó que uno de los neumáticos saliera volando. El coche quedó panza arriba y se arrastró durante unos metros hasta detenerse en medio del circuito.
Afortunadamente el conductor se encuentra bien. Fue atendido de inmediato y no tuvo problemas para recordar una maniobra que no querrá volver a repetir, por lo menos a esa velocidad.