BMW apuesta por la fibra de carbono


En BMW hay cosas que están cambiando. Una de ellas tiene que ver con lo que sucede en la fábrica de Moses Lake, en Washington. Allí, debido a la alta demanda, SGL Automotive Carbon Fibers va a triplicar la capacidad de producción de fibra de carbono que se utiliza en la producción de automóviles.

Invertirán 200 millones de dólares para ampliar la planta, que se sumarán a los 100 que ya han invertido. Todo terminará en 2015 y servirá para crear 120 puestos de trabajo, lo que supondrá un aumento de 80 a 120 trabajadores.

Material clave para BMW M y BMW i

En estos momentos, en Moses Lake se trabaja en exclusiva para la división BMW i, la que ya tiene sus dos primeros modelos terminados (los BMW i3 y BMW i8). Allí fabrican 3.000 toneladas de fibra de carbono en dos líneas de producción, pero este verano crearán otras dos líneas de producción para doblar la fabricación y generar 6.000 toneladas de fibra de carbono al año.


El año que viene asistiremos a la inauguración de dos líneas de producción más, por lo que de allí saldrán 9.000 toneladas de fibra de carbono al año que se producirán con energía hidráulica. El Dr. Klaus Draeger, de la Junta de Dirección, responsable de Compras y Red de Proveedores de BMW AG, está convencido de la importancia de este material tan resistente y ligero para seguir creciendo:

PRFC es un material clave para la industria del automóvil del siglo XXI. En nuestro esfuerzo para identificar los materiales cada vez más ligeros para reducir el peso de los vehículos y por tanto su consumo de combustible y las emisiones de CO2, este material juega un papel crucial. Como parte de una mezcla inteligente de materiales, aplicaremos carbono también más allá de nuestros BMW i y BMW M en un futuro. Gracias a la puesta en común de los conocimientos especializados de SGL Group y nuestros conocimientos en la producción en grandes series de componentes PRFC, vamos a ser capaces de producir el material de alta tecnología y ultra ligero también para otras series, con costes competitivos y en grandes cantidades.

En la planta de Liepzig, en Alemania, se fabrican 100 BMW i3 al día, por lo que en estos momentos ya han construido más de 5.000 unidades. Eso habla de la importancia del CRFP, un material que se extenderá a toda la gama con el paso de los años. De hecho, se ha estado utilizando en los modelos de la división BMW M en la última década.

¿Cómo se fabrican los compuestos de fibra de carbono?

SGL Group y la compañía japonesa Mitsubishi Rayon se encargan de fabricar la fibra de poliacrilonitrilo, un material indispensable en el proceso. Cuando llega a Moses Lake se convierte en fibra de carbono, y más tarde, en Wackersdorf (Alemania), se transforma en capas textiles de fibra de carbono que se utilizan para fabricar las partes del vehículo de PRFC en las factorías de Landshut y Leipzig.

Es un material innovador para modelos de serie por el que podrían apostar otros fabricantes a medio y largo plazo. En BMW, con la experiencia que están adquiriendo y los acuerdos que han firmado, ya son capaces de fabricarlo a bajo coste, lo cual es una muy buena noticia para ellos teniendo en cuenta que son capaces de aligerar su vehículos considerablemente.

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