Audi empezará a cambiar los retrovisores por cámaras a partir de 2018

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Los coches del futuro están a la vuelta de la esquina, y con ello no solo me refiero a los turismos autónomos. Me refiero a los que incorporarán avances tecnológicos como el de las cámaras y las pantallas que sustituirán a los retrovisores de toda la vida.

Audi, que siempre hace todo lo posible por estar a la vanguardia de la técnica, ha decidido adelantarse a la competencia y empezará a apostar por dicha tecnología a partir del año que viene.

El prototipo e-tron Sportback se cargó los retrovisores

Será en un modelo de producción. En prototipos ya los hemos visto demasiadas veces y nunca han pasado de ahí. El próximo Audi e-tron, que debería llamarse Audi Q6 e-tron, tendrá el privilegio de ser el pionero. Se trata de un todocamino con líneas deportivas que se situará entre el Q5 y el Q7 en cuanto a dimensiones. Su diseño podría parecerse mucho al del Audi e-tron Sportback.

Dicho prototipo ya nos deleitó con las cámaras y las pantallas que permitían prescindir de los retrovisores, algo que el grupo VAG llevó a las carreteras años atrás, cuando el Volkswagen XL1 pasó a producción. Eso sí, se fabricó en una tirada limitada de unidades y no pudimos hablar de la democratización de una tecnología a la que tendremos que acostumbrarnos en los próximos años.

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Menos consumo, menos emisiones y menos ruido

Según Audi, lo de cargarse los retrovisores no responde a cuestiones estéticas. El motivo que les lleva a cambiar está relacionado con la eficiencia, ya que suprimirlos permite ganar en aerodinámica, al tiempo que se eliminan las turbulencias y los ruidos que se pueden producir a altas velocidades.

Las imágenes captadas por las cámaras se mostrarán en unas pequeñas pantallas que irán colocadas en las puertas, muy cerca del salpicadero. Eso significa que seguiremos mirando a izquierda y a derecha para saber si podemos cambiar de carril, con la ventaja de que apenas habrá ángulos muertos.

Tanta digitalización tiene su parte negativa

Con el paso del tiempo todos los coches montarán el mismo sistema, que hoy por hoy no es más económico para los fabricantes, pero que seguramente lo acabará siendo. Además, no hay que olvidar que las cámaras y las pantallas se estropearán, algo que puede traducirse en beneficios para sus talleres, que deben frotarse las manos con tanta digitalización.

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