Hay coches que hacen más ruido que otros, y con ello no me refiero al sonido que emiten los tubos de escape cuando se pisa el acelerador. Me refiero a las expectativas que son capaces de generar ciertos modelos en cuanto se anuncia un recambio generacional. Es el caso del Porsche 911, que se ha renovado para encandilar a todos esos clientes adinerados que sueñan con conducir uno de los mejores deportivos del mercado.
Lejos de ser una de esas renovaciones que pasan desapercibidas, podríamos decir que ha dado un paso de gigante sobre todo gracias al arsenal de tecnología que incorpora, algo que no solo le permite ofrecer más equipamiento, sino que también le permite mejorar a nivel dinámico, que al fin y al cabo es lo que más importa a quien se interesa por un coche de estas características.
Pruebas y más pruebas se han precedido antes de anunciar que el nuevo 911 está preparado para dar guerra. Los alemanes han tratado de mejorar algo más que sus prestaciones apostando por una línea estética todavía más moderna y mejorando la calidad de los materiales empleados en el interior, donde por cierto brilla el sistema de infoentretenimiento PCM (Porsche Communication Management).
Dicho sistema se controla a través de una pantalla táctil de 10,9 pulgadas, si bien es cierto que también es posible recurrir a la función gestual. Los más perezosos agradecerán la inclusión de esa nueva tecnología que poco a poco va llegando a los modelos de gama alta.
Una de las grandes novedades del Porsche 911 2019 es la cámara de visión nocturna que trabaja gracias a los infrarrojos. Con ella es posible detectar coches, personas o animales en condiciones de luz muy pobres, algo fundamental a la hora de evitar un accidente porque el conductor recibe un aviso con suficiente antelación.
Los sistemas de iluminación son otra de sus bazas. Por una lado está el Porsche LED Matrix System, mientras que la otra opción es la función adaptativa PDLS Plus. 84 LED individuales de alta intensidad se ponen a trabajar de forma individual para alumbrar la carretera valiéndose de los datos obtenidos por la cámara frontal y por los que arroja el sistema de navegación.
¿Más cambios? En el chasis. Hasta la suspensión y los frenos cambian para garantizar que estamos ante un 911 preparado para la diversión. Los frenos de serie te permiten frenar antes que en la anterior generación, mientras que para el tema de la suspensión está bien saber que existe el control electrónico de estabilidad PSM, que te informa de las condiciones de la carretera, del modo de conducción seleccionado y de la presión de los neumáticos.
El tema que más expectación genera es el del motor. En esta ocasión estamos ante un 3.0 litros con dos turbocompresores de gran tamaño que puede entregar 450 CV de potencia a 6.500 rpm (30 CV más que su predecesor) y 530 Nm de par máximo entre las 2.300 y las 5.000 rpm (30 Nm más que su predecesor). La caja de cambios es automática, una PDK de 8 velocidades, aunque a lo largo de 2019 también llegará el cambio manual, que seguirá siendo de 7 velocidades.
El nuevo Porsche 911 Carrera S puede pasar de 0 a 100 km/h en 3,7 segundos y alcanzar una velocidad punta de 308 km/h. El consumo medio es de 8,9 l/100 km.
Todas las unidades de esta máquina se fabricarán en la planta de Zuffenhaussen, en Alemania. Allí terminan 250 unidades y 550 motores cada día, algo que es posible gracias al trabajo de 5.237 empleados que ya saben que para tener lista una unidad deben dedicar 4 días completos.
Fotos del Porsche 911 2019
