Aquí no se salva nadie. Ni siquiera Tesla, que se las da de empresa que cuida de forma minuciosa todo el proceso de diseño y fabricación de sus coches. Y si no que se lo pregunten a Elon Musk, que se ha visto obligado a ordenar una llamada a revisión que afecta a unas 11.000 unidades del Model X.
Toda precaución es poca
Las unidades producidas entre el 28 de octubre de 2016 y el 16 de agosto de 2017 tienen un problema que afecta a la segunda fila de asientos abatibles, ya que cuando el cable está demasiado tenso es probable que no se pueda bloquear el respaldo izquierdo para que se quede en posición vertical. Esto, que puede parecer una tontería, no lo es en caso de accidente, ya que el asiento podría moverse de forma violenta hacia delante si se produce un choque.
En Tesla no les consta que haya habido alguna reclamación o algún afectado por culpa del problema en cuestión, pero eso no significa que vayan a lavarse las manos. Se harán cargo de las reparaciones sin coste para los clientes cambiando los cables que no están bien. De hecho, hasta que los clientes advertidos no se pasen por el taller de turno, recomiendan que no se sienten dos adultos a la vez en los asientos izquierdo y central de la segunda fila.
Por lo visto, este fallo fue detectado al hacer pruebas de carácter interno que han visto la luz para ofrecer una mayor transparencia. Eso sí, solo el 3% de los Model X llamados a revisión están afectados.
Un SUV muy seguro
A favor del modelo de los californianos hay que decir que el pasado mes de junio obtuvo las cinco estrellas de la National Highway Traffic and Safety Association (NHTSA), convirtiéndose en el SUV más seguro que se vende por esos lares gracias a soluciones como la de colocar la batería muy abajo, lo que permite bajar el centro de gravedad para que las posibilidades de volcar se reduzcan en un 50%.