Cómo regular tus retrovisores para eliminar el ángulo muerto


Imprescindibles consejos para cualquiera de nosotros, esenciales para evitarnos los sustos que los ángulos muertos ocasionan a diario. Son muy sencillos y debéis aplicarlos desde ya. No hace falta que os gastéis un dineral en un Volvo o cualquiera de las marcas premium que desarrollan carísimos dispositivos para alertarnos de que se nos acerca un coche que no podemos ver por los espejos.

Lo cierto es que nos acostumbramos a conducir en una posición incorrecta y a posicionar los retrovisores de cualquier manera, porque nadie nos explica cómo eliminar las zonas de visión trasera ocultas. Y también porque cogemos malos hábitos a la hora de acomodarnos en el coche. Pero el primer paso para no tener ángulos muertos es la postura de conducción.

Hay que regular la distancia del asiento para que las piernas estén semiflexionadas y se pueda apretar los pedales a fondo. Eso también hará que poniendo nuestras manos sobre el volante “a las diez y diez” tengamos las muñecas ligeramente flexionadas.

Luego hay que regular el respaldo evitando la verticalidad absoluta de la espalda, pero también evitando ir demasiado recostados, porque esto anula cualquier posibilidad de regular bien los espejos. Depende de vuestra estatura, también deberéis elevar la altura del asiento para tener una limpia visibilidad frontal por encima del salpicadero.

El segundo paso, regular los espejos

Con estas fotos caseras que he hecho, intentaré ilustraros claramente el secreto de la regulación sin ángulo muerto.

El retrovisor central debe enseñar el máximo posible de la luneta trasera, observad en la foto como se ven claramente los dos extremos del cristal de atrás, los pilares que lo enmarcan e incluso las lunas de las puertas traseras.

Para colocar correctamente el retrovisor del lado del conductor debemos pegarnos lo máximo posible a nuestra ventanilla izquierda sin llegar a apoyar la cara en el vidrio, y mover el espejo para que a penas se vea de refilón un poco de la carrocería. No ha de desaparecer completamente del espejo, pero se ha de ver el mínimo posible.

Por último, la regulación del retrovisor de lado derecho, el del copiloto. Aquí tendremos que hacer alguna peripecia, porque tenemos que sentarnos sobre el freno de mano o el reposabrazos central en caso de que el coche tenga uno. Haciendo un poco de contorsionismo, ajustaremos el espejo como veis en la foto: igual que el izquierdo. Es decir, que la carrocería casi no la veamos reflejada.


Tal vez cueste un poco deshacerse de nuestra postura viciada de conducción y acostumbrarnos a la nueva regulación de los retrovisores. Pero si lo hacemos, nos podemos evitar muchas situaciones de riesgo. Espero que el artículo os sea útil.

4 comentarios

  1. Hola, buenas.. Muchas gracias por este articulo..
    Hace tiempos que no conduzco y se me havia olvidado..
    Un fuerte saludo y muchisimas gracais.

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