Cómo librarse de pagar una multa de tráfico


A falta de dinero, más multas, los Ayuntamientos esperan ganar hasta un 10% más que el pasado por este concepto. Si los impuestos no son suficientes, las sanciones de tráfico podrían ser la solución para llenar las arcas. Sin embargo, nosotros tenemos todas las claves que hay que saber para evitar pagar esas sanciones.

Nuestra recomendación es recurrir a todas las sanciones, ya sea por vía administrativa, ejecutiva, o incluso, en los tribunales si estamos seguros que somos inocentes. En cualquiera de estas vías, podemos librarnos de una multa por errores de procedimiento como prescripción, caducidad o atribución errónea.

Te puedes librar de pagar una multa si…

1. Te la comunican fuera de plazo.
La Administración tiene tres meses de plazo para comunicar al infractor las sanciones leves (las de estacionamiento limitado), seis meses para las graves (hablar por el móvil) y hasta un año para las muy graves (sobrepasar en más del 50% el límite de velocidad). Si te llegan a tu casa más tarde podrás alegar que han prescrito y no tendrás que pagarlas.

2. No te cobran la sanción a tiempo.
Tanto la DGT, como los Ayuntamientos, tienen un año, desde que la sanción es firme, para iniciar el proceso de cobro de la multa. Si no cumplen dicho plazo, ya no podrán hacerlo porque la sanción habrá prescrito.

3. Presuponen que tú eres el culpable.
Si no te pararon en el momento que cometiste la infracción y te remiten a casa, lo primero que te tiene que llegar es la solicitud de que identifiques al conductor, si no te llega dicha petición, entonces el ayuntamiento presupone que el titular del vehículo es el infractor, puedes recurrir solicitando que anulen la sanción por «atribución arbitraria de responsabilidad».

4. La multa tiene datos incorrectos.
No olvides comprobar muy bien si en la sanción aparecen correctamente los datos de tu coche (matrícula, marca, color) y el momento y lugar exactos de la infracción. Si algo no cuadra, ya tienes la excusa perfecta para recurrirla y no pagar.

5. El agente que te puso la sanción no se ratifica en su versión.
Si te han puesto una multa, puedes recurrirla pidiendo las pruebas que te incriminan. En algunas sanciones, lo único que te inculpa es la palabra de un agente que tiene que demostrar lo que ha visto. En muchos casos, el agente no llega a ratificar su versión porque no tiene suficientes pruebas, porque no lo recuerda o no lo hace en un tiempo adecuado, entonces la multa caducará.

6. Todas las multas deben ser iguales.
Las sanciones tienen que ser las mismas para todo el mundo, siempre que hayan sido cometidas en idénticas circunstancias (por ejemplo, aparcar en doble fila), por lo tanto tienen que sancionarse con la misma multa en dinero y puntos. Si sabes de alguien que por lo mismo haya pagado menos o no le hayan quitado puntos, tienes todo el derecho a reclamar.

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