BMW Serie 4 Coupé 2013


El BMW Serie 3 ya no quiere saber nada de las carrocerías coupé y cabrio. Éstas pasan a formar parte de una nueva denominación que desde ahora se da a conocer como BMW Serie 4. De la versión descapotable todavía no sabemos nada, pero de la coupé os podemos dar todos los detalles acompañados por una extensa galería de imágenes. ¿Os apetece conocerla?

Preparado para engullir la carretera

La carrocería es más baja, larga y ancha para reforzar su deportividad. Además, hay cambios en el diseño que le sirven para adaptarse a las nuevas líneas que adoptan los últimos modelos de la firma alemana.

Hablamos de 4.638 mm de longitud (26 mm más), 1.362 mm de altura (16 mm menos) y 1.825 mm de anchura (43 mm más). En definitiva, una carrocería ideal para moverse por curvas sin tener que sufrir más de la cuenta. Todo ello acompañado por un aspecto musculoso que le sirve para atraer todas las miradas.


Si nos fijamos en su frontal, podemos distinguirlo del Serie 3 por la parte inferior, ya que es de color negro y cuenta con unos bordes bastante marcados. Pese a ello, os puedo asegurar que no es nada fácil distinguirlos mirando por el retrovisor.

Del lateral llama la atención la diferencia de longitud entre los voladizos, ya que el delantero es bastante más corto que el trasero. Sin movernos de ahí observamos en sus aletas los air breather, que son unos añadidos aerodinámicos (el coeficiente aerodinámico del Serie 4 Coupé es de 0,28) situados tras el alojamiento de las ruedas.


En el techo de este BMW Serie 4 Coupé también percibimos cambios importantes. A partir de la fila de asientos trasera se advierte una pronunciada caída que se prolonga hasta la zaga. Se funda con las líneas de la parte trasera para crear una armonía que se agradece.

Un interior con pocos cambios

Asomando la cabeza por el habitáculo nos queda claro que no hay demasiados cambios en comparación con el BMW Serie 3. Los diseñadores e ingenieros han trabajado mucho su estética exterior, pero por dentro han preferido no perder demasiado tiempo. La verdad es que no me sorprende, ya que los BMW no suelen destacar por sus preciosos interiores. Es algo que no les preocupa en exceso y que no acabo de entender.


Los materiales, como os podéis imaginar, son de la máxima calidad. Ahí sí que no escatiman ni un gramo. En la parte trasera hay asientos para dos ocupantes que pueden viajar con toda la comodidad del mundo. Lo mismo sucede con las dos plazas delanteras, ya que los asientos son deportivos para garantizar un mayor agarre lateral.

De forma opcional puedes decantarte por el sistema de infotainment ConnectedDrive, que como ya sabéis agrupa varias funciones que tienen que ver con la navegación, el audio y el entretenimiento.

4 acabados

En total habrá 4 líneas de equipamiento: Sport Line, Modern Line, Luxury Line y la del kit deportivo M. Con esta última el chasis queda rebajado en 10 mm y se endurecen varias partes del coche, como por ejemplo el amortiguador, las barras estabilizadoras y la suspensión. Además, se puede adquirir un chasis todavía más rebajado que dispone de suspensión adaptativa regulable de forma automática.


Del paquete más radical también hay que destacar las llantas de aleación, que pueden ser de 18 o 19 pulgadas a gusto del cliente.

Motorizaciones disponibles

Cuando se empiece a comercializar habrá tres opciones disponibles: dos motores gasolina y un diésel.

El gasolina menos potente es un 2.0 turbo que entrega 245 CV de potencia y 350 Nm de par motor máximo. Es el que ha ganado el Engine of the Year en su categoría y lo veremos en el BMW 428i. Pasa de 0 a 100 km/h en 5,9 segundos y consume 6,6 l/100 km con tracción trasera. Si la caja de cambios es automática y de 8 velocidades, hablamos de 6,3 y 6,7 l/100 km con tracción trasera y total respectivamente.

El motor gasolina más potente es un 3.0 de seis cilindros que se encargará de mover el BMW 435i. Presume de 306 CV de potencia y 400 Nm de par máximo. Acelera de 0 a 100 km/h en 5,4 segundos, por lo que es una décima más rápido que el Serie 3 que monta el mismo propulsor. Consume 7,9 l/100 km, pero con caja de cambios automática de 8 velocidades se queda en los 7,2 l/100 km (tracción trasera) o 7,6 l/100 km (tracción total).


Para terminar, la versión diésel está compuesta por un 2.0 que eroga 184 CV y 384 Nm de par motor máximo. El 0 a 100 km/h lo completa en 7,5 segundos y su velocidad máxima se planta en los 240 km/h (en los gasolina está limitada electrónicamente a 250 km/h). Lo mejor de todo es que solo consume 4,6 o 4,7 l/100 km, dependiendo de si te decantas por la caja de cambios automática o manual.

De serie los tres motores incorporan el sistema Start&Stop, el modo Eco Pro y la frenada regenerativa.

Precio y disponibilidad

De precios todavía no podemos hablar. Tendremos que esperar a julio, que es cuando está previsto que arranque su comercialización en España, para conocerlos en detalle.

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