Estamos en verano, una época del año en la que llevamos a cabo largos viajes en coche. Eso es positivo porque quiere decir que estamos de vacaciones y disfrutamos de unos días de relax con los amigos, con la familia o en pareja. Pero claro, no todo sale siempre a pedir de boca y a veces nos quedamos tirados en la carretera por culpa de una avería que no esperábamos.
Lo de no esperarlo puede tener solución gracias a una serie de recomendaciones como las que voy a compartir hoy contigo. Presta atención a todo lo que te voy a contar porque podrás evitar una molesta avería en verano.
Neumáticos
Es la única parte del coche que está en contacto con el asfalto, así que es una de las más importantes, por no decir la más importante. En verano es mucho más fácil asistir a un inesperado reventón porque la temperatura que soportan las gomas es superior. Por eso hay que revisar la presión de los neumáticos, ya que cuanto más baja sea más posibilidades tendremos de su sufrir un reventón y consumiremos más combustible.
Aire acondicionado
Cuando está en funcionamiento el motor lo nota. Si cuando aceleras notas un ruido extraño puede que la correa de auxiliares esté floja o a punto de partirse. También es recomendable echar un vistazo al filtro del habitáculo, ya que el polen acumulado durante la primavera puede hacer que el aire no pase del todo bien. En ese caso hay que incrementar la potencia del aire acondicionado para obtener la misma temperatura que obtendríamos si el filtro del habitáculo estuviera limpio. Eso, como es lógico, repercute negativamente en el consumo de combustible.
Para el mantenimiento del aire acondicionado es recomendable activarlo de vez en cuando para que no se resequen las juntas de estanqueidad. Hay que hacerlo incluso en invierno.
Frenos
La temperatura no es un buen aliado de los frenos, como tampoco lo es un exceso de carga. Cuanto más pesa el coche más se amplía la distancia de frenado.
Es importante que no laves el coche justo después de llegar a tu destino porque los frenos estarán calientes y podrían doblarse. Cambia el líquido de frenos si tiene más de dos años y utiliza el freno motor en bajadas prolongadas siempre que sea posible.
Temperatura del motor
Apartado muy importante que implica la revisión del nivel de aceite y refrigerante. Es recomendable llevar dos o tres litros de líquido refrigerante por si las moscas. Es bueno que las entradas de aire frontales estén despejadas y cuando estés en marcha echa un vistazo a la temperatura del motor. Aunque vaya en contra de lo que promulga la conducción eficiente, utiliza marchas cortas en subidas prolongadas para que la temperatura del motor no suba más de la cuenta. Cambia los manguitos de goma si están hinchados o resecos.
Turbo
Si has parado en una gasolinera para repostar, intenta no apagar el motor nada más llegar. Párate durante un par de minutos y deja que el turbo se enfríe.
Por último, ten en cuenta que es muy importante que el conductor esté en las mejores condiciones posibles. Es importante descansar, hidratarse y llevar ropa cómoda. Hay que evitar las distracciones y tomarse el viaje con calma. Más vale perder un minuto en la vida que la vida en un minuto.
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