Cada 5 o 6 años suele renovarse. El BMW M5 es una de esas versiones deportivas que nacen poco después de que el modelo matriz vea la luz. Y claro, teniendo en cuenta que el BMW Serie 5 será presentado en el Salón de Detroit en enero de 2017, no es de extrañar que su variante más radical esté en fase de pruebas para llegar a los concesionarios con pocos meses de diferencia.
La tracción integral no le restará poderío
Por ahora ya se ha dejado ver por el circuito de Nürburgring, aunque lo ha hecho forrado con los típicos vinilos que no permiten extraer conclusiones importantes. Eso de ser una de las berlinas más potentes del planeta exige un rodaje exhaustivo, ya que la puesta a punto de un vehículo de sus características no es algo que se termine en cosa de una semana.
Si no pasa nada raro, será un M5 con tracción total que defraudará a los más puristas, pero que ofrecerá unas prestaciones de escándalo con un extra de seguridad. Los clientes estadounidenses, que son los que más preguntan por él, querían algo así y lo van a tener por primera en la sexta generación, que llegará más de 30 años después de que el primer M5 fuera presentado en el Salón del Automóvil de Ámsterdam en 1984.
El control de tracción y la estabilidad son fundamentales cuando estamos hablando de coches con tanto par, algo que también justifica la inclusión de un tipo de tracción a las cuatro ruedas, algo que actualmente ya vemos en algunos de sus rivales, como por ejemplo el Audi RS7 o el Mercedes-AMG E63.
Sea como sea, todavía no hay que dar por hecho que el M5 contará con tracción integral de serie. Puede que sea una opción más a la que solo se pueda acceder al otro lado del charco.