Esperanza Aguirre y Need for Speed, la ex alcaldesa de Madrid triunfa en el Whatsapp


Parece una de esas coincidencias cósmicas o, si nos ponemos pedantes, una materialización del ‘Deus ex machina’. Un día antes del estreno de la película Need for Speed, entre la ex alcaldesa de Madrid, los Agentes de Movilidad y la Policía Municipal hacen una ‘Performance’ en la Gran Vía que bien pudo estar esponsorizada con fines publicitarios por la Major de Hollywood que distribuye el filme.

Llevar el teatro y la danza a la calle, y hacer que la gente participe de ello es un catalizador para el consumo cultural que funciona muy bien. El de ayer es el mejor ‘Happening’, la mejor versión chusca de un ‘Flashmob’ que he presenciado en fronteras ibéricas.

Por fin el videojuego ha pasado a la pantalla, y con esta mujer no se necesitan actores que cobren un quintal en billetes de 500 € para generar expectación en el preestreno.

Versión E de “Espe”


Esperanza Aguirre va en su Toyota blanco por el centro de la ciudad. En un momento determinado pasa a conducir sobre el carril Bus y Taxi, y se encuentra precisamente un taxi detenido mientras se apeaba el pasajero –según ha contado ella en la radio, en su blog personal, en su Twitter y a todo el que le ha querido preguntar–. Como había un vehículo allí, pues aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, ella pone los cuatro intermitentes, se apea de su coche y se va a sacar dinero al cajero (¿era de Bankia? Tengo que averiguar eso.)

“Ha sido un minuto”, insiste ella. Aunque a la vuelta se encuentra con unos Agentes de Movilidad que le están poniendo una sanción. Pide disculpas, pero aparte de mostrar la documentación del coche y el carné de conducir a los agentes, poco más se puede hacer. La penalización económica cae seguro.

Aquí empieza el esperpento de Valle Inclán: Esperanza Aguirre ha explicado que los agentes mostraron una actitud prepotente y machista, que la retuvieron 15 minutos sin motivo alguno y que esas personas lo que buscaban era causar espectáculo, «querían una foto [sic.]»

Por las mismas decide que tiene prisa, se sube a su coche y hace oídos sordos. Arranca y…

al salir he rozado la moto de un agente y la he tirado al suelo (…) Estaba malísimamente aparcada…

Versión A de “Agente”


La Policía Municipal es avisada por los Agentes de Movilidad, y la siguen hasta casa sin que la señora pare el coche hasta meterlo en su parking. Y allí se juntan los Municipales, los de Movilidad y los Guardias Civiles que custodian su domicilio, y comienza una fusión folclórica entre el chotis y la zarzuela. Esperanza Aguirre clamando que tiene un seguro a todo riesgo para hacer un parte amistoso y solucionar las magulladuras de la moto.

Según de dónde provenga la información, le entregan en mano la multa o se van todos juntos a una comisaría para cursarla. No varía mucho el desenlace ni hay matices literarios remarcables en esta divergencia.

Ella se está planteando hablar con sus abogados y denunciarlos a todos por “retención sin motivo alguno”, y los agentes ya anunciaron un requerimiento por fuga.

Lo que viene del sindicato de los Agentes de Movilidad es que Esperanza Aguirre arrolló a uno de ellos, y tampoco queda muy bien explicado quién de los patrulleros terminó en la mutua por dolor de pierna y quién por una episodio de ansiedad.

Triunfando en las redes sociales


Need for Speed no es la única beneficiaria de la publicidad gratuita. Fast and Furious, Drive, Death Proof y Thelma & Louise son películas que van a vivir una segunda juventud en taquilla, porque a la gente le han dado unas ganas repentinas de volverlas a ver.


Incluso la Fórmula 1 se está promocionando, tal vez hasta recuperemos el GP de Valencia después de esto.


Mi favorita, tengo que admitirlo, es Thelma & Louise. Que salga Ortega Cano me ha llegado al corazón.

Pido disculpas por la calidad de las imágenes, pero todas provienen de Whatsapp y Twitter. Para compensar, incluyo el trailer oficial de Need for Speed.

Fuentes: EFE, El Mundo, ABC, El País, La Vanguardia y La Nueva España.

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