Sí, sé que suena extraño, pero lo cierto es que Dacia, la marca que considera superficial el aire acondicionado en países como los del sur de Europa, está estudiando la posibilidad de integrar un dispensador de perfume al sistema de climatización.
Imagino que será algo opcional, pero no por ello deja de llamarme la atención que se preocupen por los malos olores en el interior de un coche. Parece que poco a poco van cambiando su mentalidad, y eso me hace pensar que poco a poco también subirán los precios de sus modelos.
Optimizando la fórmula del «bueno, bonito y barato»
Hace 15 años, cuando aterrizaron en el sector, nos sorprendieron asegurando que serían capaces de vender coches bastante decentes por 5.000 euros. Dejando a un lado que por ese precio no puedes pedir mucho más que un volante, un motor y cuatro asientos, hay que reconocer que la filial del Renault ha hecho las cosas muy bien y tiene su clientela en países tan pobres como España y Portugal, pero también en otros más desarrollados como Alemania.
Sus evoluciones no son como las de Porsche, Mercedes-Benz y compañía porque el público al que se dirigen no está dispuesto a pagar mucho dinero por un coche. Sin embargo, eso no les impide lanzar un dispensador de perfume, algo que normalmente asociamos a parte del equipamiento de una marca premium.
Aprovechando lo bueno de Renault
Todavía menos si tenemos en cuenta que hay modelos como el Renault Latitude o el ZOE que incorporan difusores de aroma activos. Lo pudimos comprobar de primera mano en el pequeño eléctrico de la firma francesa, que venía con unos cartuchos de coco situados cerca de la guantera que olían francamente bien.
Es evidente que Dacia, al igual que sucede con SEAT o Skoda en el Grupo VAG, se beneficiará de todas las innovaciones de la empresa matriz. Llegarán más tarde, como es el caso del sistema multimedia R-Link, pero llegarán. Entonces será un buen momento para saber si merece la pena incluirlo de serie y subir el precio base u ofrecerlo como opción a un precio atractivo para ver por dónde respiran los clientes.