Una bacteria de tu intestino grueso puede producir diesel


La Escherichia coli, que vive entre tus heces antes de que las expulses en el retrete o donde te dé el apretón. Parece una inocentada, pero esto es biotecnología pura. La petrolera angloholandesa Shell lleva años invirtiendo en un estudio de la universidad británica de Exeter que ha publicado sus primeros resultados hoy. Todavía es muy prematuro, y el director del proyecto habla de unos 10 o 15 años para perfeccionar la técnica de procesado, porque ahora mismo un litro de este gasoil cuesta más de mil dólares.

Este pequeño microbio es el ser vivo más estudiado por la ciencia, y desde los años 70 que le están haciendo mutaciones a sus genes con grandes resultados médicos. Actualmente, mediante el tuning de la Escherichia coli se hacen productos tan variados como insulina para los diabéticos o los interferones (unas proteínas para el tratamiento del cáncer).

¿Crecerá la demanda de diesel?

En Shell afirman que el consumo de diesel se disparará para el 2030, pasando de los 85 millones de barriles del año 2007 a los 104 millones de barriles. De ser esto cierto, hay muchos intereses para no depender de Arabia Saudí, Irán o Rusia, los mayores extractores y vendedores actuales.

Por otra parte, parece que Shell es culpable de cientos de vertidos en el delta del río Níger, y la compañía usualmente se parapeta en la excusa de criminales que les perforan sus oleoductos par robarles petróleo.

Con una guerra económica y una medioambiental transcurriendo al mismo tiempo, este estudio podría ser una salida para los gigantes del combustible fósil. El investigador al frente del proyecto habla de un balance de CO2 neutral, porque alimentan a sus bacterias tuneadas con los azúcares que las plantas generan durante la fotosíntesis. De esta manera, el CO2 quemado se fijaría previamente por las plantas.

Desde el Instituto de Catálisis y Petroquímica en Madrid, la científica Cristina Otero pide sensatez y calma: falta mucho tiempo para que encuentren un medio de abaratamiento, pero, sobre todo, aún hay que estudiar las consecuencias medioambientales y sobre los seres vivos, ya que estamos hablando de una bacteria clonada.

Esta noticia me llega de Materia, donde trabajan algunos de los mejores periodistas científicos de este país. Los fundadores estaban en el diario Público, seguramente el rotativo con la sección de ciencia más completa que ha visto esta península. Desgraciadamente, la crisis económica arrasó con la versión impresa. Mi agradecimiento, mi apoyo, mi respeto y mi entusiasmo para estos enormes redactores. Todos somos compañeros.

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