Crash test del Volvo C30 eléctrico


Volvo acaba de distribuir unas interesantes imágenes con motivo del Salón de Detroit que arrancó el pasado lunes 10 de diciembre. La firma sueca nos ha mostrado por primera vez un crash test, algo que siempre es de agradecer. El modelo elegido ha sido el Volvo C30 eléctrico, un coche que cuenta con una distribución de pesos diferente a la de cualquier otro modelo que funciona con motor de combustión interna. Hay que tener en cuenta que las baterías pesan unos 280 kg.


Pero ese no es el único inconveniente. También deben estar colocadas fuera de las zonas de deformación del chasis en caso de impacto. Todo ello teniendo en cuenta que no pueden invadir la zona destinada a los pasajeros. Se trata de conseguir que la energía se distribuya de forma correcta en caso de que se produzca un impacto frontal. En este crash test la velocidad elegida ha sido de 64 km/h.


En un vehículo convencional es el motor el que ayuda a realizar esta función. Sin embargo, en este caso han tenido que reforzar el frontal para cumplir con el objetivo. Por ello no es de extrañar que el Volvo C30 eléctrico sea 300 kg más pesado que el Volvo C30 de combustión interna.


Pero la cosa no acaba ahí, esa no es la única medida excepcional que se ha tenido que aplicar. Todos los cables se han reforzado para que no estén en contacto con el chasis en caso de accidente. Cambios que cada vez más firmas tendrán que adoptar si quieren llevar al mercado un vehículo eléctrico competitivo y seguro.

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