Peugeot 208 T16 Pikes Peak: 24 años después la saga continúa


Los de Peugeot no se meten en demasiados fregados deportivos, pero cuando lo hacen, se aseguran de que a la gente se le marque a fuego que han estado allí. Les hemos visto triunfar en Le Mans y les vimos dos años consecutivos, en 1988 y 89, con un enorme Peugeot 405 a manos de Ari Vatanen y Robby Unser, ganando en Pikes Peak.

Ahora reaparecen en la montaña más famosa de Colorado, después de más de veinte años, con súper Sébastien Loeb y un pequeño Peugeot 208. La preparación del vehículo tan específica que requiere esta carrera, básicamente una cuesta arriba de 20 km con 156 curvas, recibe de nuevo la nomenclatura histórica que tuvo aquel primer 405: es el T16.

A falta de a penas dos meses, los Estados Unidos ya se preparan para “La Carrera hacia las Nubes”. Junto a las 500 Millas de Indianápolis, esta competición es la más antigua de Norteamérica. Motos, coches y camiones, todos dispuestos a despeñarse montaña abajo.

Especificaciones técnicas

Como en esta competición no hay normas, sólo la imaginación de los ingenieros marca el límite. El fabricante francés ha preparado un vehículo precioso (esto es sólo una valoración personal). Tiene 875 CV y pesa 875 kilos. La tracción es integral y el 0 a 100 km/h lo hace en 1,8 segundos. Supera eso… A los siete segundos ya está a su velocidad máxima: 241 km/h.

El motor es un 3.2 V6 biturbo que gira a un régimen máximo de 7.800 rpm. La caja de cambios es secuencial, con seis marchas y levas en el volante. El chasis apenas es un armazón tubular de pura fibra de carbono. Los frenos son carbono-cerámicos, unos discos de 38 cm de diámetro alojados dentro de unas llantas de magnesio de 18 pulgadas. Los neumáticos, tirando como siempre del patriotismo francés, son Michelin.

En una competición donde el agarre determina si llegas o sales volando en un viraje, la aerodinámica a partir de los 100 km/h es la pieza fundamental. De ahí salen el alerón trasero y el splitter frontal que parece sacado de un vehículo militar. Pero lo que Peugeot no ha enseñado y permanecerá invisible es el fondo plano del coche. El fabricante asegura que es el responsable de la mitad del downforce o carga aerodinámica que se genera.

¿Qué va a hacer el invencible Loeb el 30 de junio? Ya os lo contaremos. De momento, fotos y vídeo para vuestro deleite.

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