Consejos de conducción para embarazadas

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El embarazo es una época de grandes cambios en la mujer, tanto a nivel físico como psicológico. Durante los nueve meses de embarazo, en especial a las madres primerizas les asaltan numerosas dudas acerca de lo que pueden hacer y lo que no durante el embarazo. Una de ellas es conducir.

¿Pueden conducir las mujeres embarazadas? La respuesta, obviamente, es sí, pero siempre con unas limitaciones concretas dependiendo del mes de gestación en el que se encuentren. El período en el que la conducción es menos problemática para la embarazada se encuentra alrededor de la semana 20 de embarazo. A partir de la semana 30 la conducción se vuelve más incómoda y aumentan los riesgos. Muchos especialistas recomiendan no conducir (sí viajar de acompañante) durante la última fase del embarazo.

¿Qué consejos debe seguir una mujer embarazada para poder conducir minimizando estos riesgos?

Por supuesto, lo primero que hay que hacer es consultar a tu especialista acerca de los riesgos de conducir. Cada embarazo es diferente y tiene sus particularidades, por lo tanto será tu médico quien mejor sepa aconsejarte. En caso de que tengas un embarazo complicado, será el propio especialista el que, casi con toda seguridad, te recomendará no conducir.

La comodidad de la embarazada a la hora de conducir es esencial. En ese sentido, hay que adaptar el asiento para que la posición sea lo más cómoda posible sin restar visibilidad (espalda recta, suficiente movilidad…). Asimismo, hay que aumentar la distancia hasta el volante para que no entre en contacto con el vientre o le golpee en caso de frenazo o colisión. En concreto la distancia recomendada es de 25 cm.

Mantente siempre comunicada. El embarazo es un período de riesgo en el que debes estar comunicada ante cualquier imprevisto, más aún si vas conduciendo, y sola. Recuerda que el embarazo es un periodo en el que la mujer está sometida a numerosos cambios y está expuesta a complicaciones propias de su estado (náuseas, mareos, alteración del azúcar en sangre…).

Cinturón y airbag

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Otro de los aspectos que deben ser muy tenidos en cuenta es la colocación del cinturón. La cinta diagonal debe ir entre los senos, mientras que la horizontal debe ir sobre los muslos, para garantizar que en caso de colisión o de movimiento fortuito no presione el abdomen de la mujer. Hay madres que todavía creen que poner el cinturón es perjudicial para el feto… Estas madres deberían saber que el cinturón reduce en más de un 50% el riesgo de lesiones graves en el feto.

Respecto al airbag, no hace falta desactivarlo durante el embarazo. Lo que sí se debe hacer es orientarlo hacia el pecho o el rostro, nunca hacia el abdomen.

Viajes breves

No es recomendable que las embarazadas, sobre todo a partir dela semana 30, hagan viajes demasiado largos al volante o en determinadas condiciones climáticas (demasiado calor). Si el viaje es totalmente indispensable, se recomienda hacer paradas como máximo cada hora.

La conducción debe ser lo más suave posible, tanto si la embarazada es la conductora como si va de acompañante. Hay que evitar las altas velocidades, los giros bruscos o los acelerones y frenazos.

Y recordad, hay dos períodos del embarazo durante los cuales la condición es de más alto riesgo: durante los primeros tres meses y en la fase final del embarazo. No tomes riesgos innecesarios. Y como os hechos dicho en el artículo, cualquier duda que tengáis debéis comunicárselo a vuestro especialista, él sabrá que es lo mejor en cada caso.

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