Cómo reaccionar ante 8 peligrosas situaciones al volante


Imagina que estás conduciendo tu coche y, de repente, un animal de campo invade la vía ¿qué haces si apenas dispones de distancia para reaccionar? ¿Qué harías si te encuentras con una curva a demasiada velocidad? ¿Y si te fallaran los frenos? Situaciones como estas no las quiere nadie, pero los percances están ahí. No esperes a estar en mitad de un peligro inesperado, si eres conductor, dedica unos pocos minutos a aprender cómo reaccionar ante estas 8 violentas pero posibles circunstancias en la carretera.

1. Los frenos no responden


Si por algún caso los frenos del coche no responden, ya sea en llano o bajando cualquier tipo de pendiente, tu primera reacción sería la de intentar accionar repetidamente el pedal del freno, cada vez ejerciendo más presión. Si esto no funciona, puedes hacer dos cosas: o bien puedes reducir marchas (para que el motor reduzca por sí mismo la velocidad del coche) o como medida un poco menos recomendada, accionar el freno de mano lentamente y de manera progresiva, pero nunca violentamente. Recuerda que ante una situación así, el coche es lo de menos. Debes evitar dañar a terceros y a ti mismo/a, así que en caso de emergencia desvía el vehículo a un lado de la carretera donde el coche pueda frenar en una zona baldía.

2. Has entrado a demasiada velocidad en una curva


Son muchas las ocasiones en las que un conductor entra a demasiada velocidad en una curva peligrosa, ya sea debido a que no conoce bien la carretera o por mera imprudencia. Si te ves en una situación similar y no puedes seguir la parábola de la curva, siempre puedes pisar el freno varias veces mientras mantienes el pie derecho en el acelerador. Nunca pises el embrague, ya que pisarlo puedes causar un “efecto monopatín” en el que el coche vuelque de lado.

3. Una piedra ha roto el parabrisas


En determinadas ocasiones, el coche de delante puede pisar grava del asfalto y lanzar pequeños guijarros contra el parabrisas del vehículo que le sigue. Si en tu caso ha llegado a romperse la luna, quedándose sin visibilidad, lo mejor es detener el coche y esperar a la asistencia en carretera. No obstante, este fenómeno puede ir acompañado de un ruido similar al de un disparo, donde muchos conductores se asustan y pierden el control del vehículo. Si llegado el momento te sucede lo mismo, procura recuperar la dirección del volante de una forma suave y poniendo las luces de emergencia para evaluar los daños en el arcén o en una zona segura.

4. Un neumático revienta en plena marcha


Si estás conduciendo tranquilamente y de repente oyes un estallido, o sientes un fuerte tirón del volante, lo más seguro es que se haya pinchado y posteriormente reventado un neumático. Lo primero que deberías hacer es sujetar fuertemente el volante, no dejes que el coche se zarandee en la vía, mantén los ojos en la carretera y levanta suavemente el pie del acelerador. Deja que el motor del coche frene lentamente el vehículo y cuando ya haya perdido bastante velocidad, acciona el freno lentamente y sal de la carretera. En cualquier caso puedes detener el coche en el arcén (si es totalmente preciso), aunque lo mejor es llegar a un punto donde puedas cambiar la rueda sin riesgos.

5. El coche comienza a patinar


Cuando el vehículo comience a perder la tracción por el estado de una vía mojada, lo importante es mantener una aceleración constante, sin utilizar bruscamente el freno. A la vez, si la parte trasera de tu vehículo patina hacia un lado, lo que debes hacer es girar el volante hacia el mismo; es decir: si tu coche patina hacia la izquierda, gira el volante hacia la izquierda y nunca bruscamente. Tan pronto el coche se enderece, intenta poner el volante en su posición normal para evitar que patine nuevamente hacia el lado contrario.

6. Si un coche en dirección contraria invade tu carril


Se trata de una situación altamente peligrosa en la que el conductor debe reaccionar en un margen de tiempo más o menos pequeño. Si en algún momento te encuentras con un vehículo que invade tu carril en una carretera de doble sentido, la reacción más evidente sería dar un volantazo (si el coche se te echa encima) o incluso tocar repetidamente el claxon (dependiendo de la distancia que se encuentre). Si la situación se manifiesta sin margen de reacción, pero en una zona donde no hay ningún coche alrededor o están lejos, recuerda que cualquier maniobra es preferible a un choque frontal.

7. Cuando el coche se incendia


Si de pronto comienzas a advertir un olor característico y ves salir humo de cualquier zona del coche, lo primer que debes hacer es mantener la calma y parar inmediatamente a un lado de la vía. Haz que todos los ocupantes del vehículo salgan del coche y se pongan a salvo a una distancia prudencial. Si el humo o las llamas provienen de debajo del capó, utiliza un extintor de incendios para sofocar los daños, nunca eches agua directamente. En caso de no tener extintor y, dependiendo de las magnitud de las llamas, también puedes usar una manta para apagar el incendio (si es pequeño) o incluso tierra. Si el fuego se acerca al depósito de gasolina, aléjate rápidamente del coche y llama a emergencias.

8. Un animal invade la vía


Si en algún momento de la conducción te encuentras con un animal en mitad de la carretera, ya sea un perro, un gato, una vaca, un jabalí o incluso un caballo, debes saber que la mayoría de los accidentes no suceden a la hora de atropellar al animal, sino en el momento de intentar esquivarlo. Seguramente, en cuestión de milésimas de segundos tus instintos intentarán sortearlo con un volantazo, por lo que siempre debemos tomar el control de la situación e intentar frenar de un modo rápido pero constante, nunca violento, sin zarandear el volante. Lo importante es reducir el impacto de la colisión y poner a salvo a los ocupantes del vehículo.

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