El gobierno francés quiere darle un empujoncito a una de las industrias que peor lo está pasando por culpa de la crisis económico que se vive en Europa, la de la automoción. El ministro de Industria y Recuperación Productiva de los galos, Arnaud Montebourg, ha reconocido que en estos momentos están sopesando la posibilidad de dar apoyo financiero a las empresas del sector que operan en su país. Todo ello sucede después de que Renault haya pedido una ayuda muy parecida a la que se les concedió a todas las marcas durante los años 2008 y 2009.
Tanto PSA Peugeot-Citroën como Renault se ven incapaces de hacer frente a una situación económica muy desfavorable que está tirando por tierra todos sus ambiciosos planes de crecimiento. Según los datos publicados por la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles, las ventas de PSA han caído un 14% en el último año y las de Renault un 21%.
La caída de la demanda y el exceso de producción (un 20% de media en toda Europa) preocupa mucho. Además, otras marcas como Fiat también lo están pasando mal y quieren mantener la calma siendo optimistas. A los únicos que les va bien es a los alemanes, pues sus exportaciones marchan viento en popa.