Valentino Rossi y el Opel Adam


Siempre hay un hueco para hacer un poco de prensa rosa en el mundo del motor. Hoy han nombrado al pluricampeón de MotoGP, Valentino Rossi, embajador oficial del Opel Adam, coche que ya ha saltado del avión pero está por ver si se le abrirá el paracaídas a tiempo o si se va a espachurrar contra el suelo. Vistos los precios y la primera hornada de motores, no lo tengo claro.

Los contratos publicitarios entre marcas de coches y deportistas son un clásico. Y funcionan, sobre todo cuando la celebrity es un tipo campechano y que por lo general cae bien. Así que pronto veremos la cara de “Il Dottore” en banners de internet, vallas publicitarias y anuncios de televisión.

El contrato y la presentación en sociedad los ha oficiado Roberto Matteucci, Director General de Opel en Italia. Un discurso conmovedor y lleno de ilusión, muy “proactivo”, vocablo terrible que tan en boga se ha puesto. El texto que le han hecho leer justificaba que Valentino es el hombre perfecto para el Adam, porque los dos son iguales. Mira que se llegan a decir tonterías en el marketing.

“Valentino Rossi es el embajador perfecto del Adam: tranquilo, divertido, ligeramente irreverente (…) Al mismo tiempo es extremadamente riguroso, cuidadoso, requiere y actúa con la máxima precisión, lo mismo que la ingeniería alemana (…)” Etc, etc, etc… Más o menos es el resumen de las declaraciones del directivo italiano de Opel.

El propósito de toda la operación es convencer a la gente de que el coche es un mestizaje entre lo mejor de Alemania y lo más amable del carácter mediterráneo. Valentino también se ha deshecho en elogios para el Adam, como haría yo por poner mi fea cara en una foto y llevarme un aguinaldo para acabar bien el mes.

Rossi ha dicho que lo que más le gusta del Adam son las posibilidades de personalización. Me suena a que también le han escrito el discurso, porque es el principal argumento que esgrime la firma del rayo para venderlo. El piloto ha reconocido que no sabe cuántas son en total, pero que está apercibido de que son muchas. Yo te lo diré, Valentino: 61.000 combinaciones exteriores y casi 82.000 interiores. Lo siento, pero a mí me parece una demasía insana.

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