Toyota sigue erre que erre con lo de intentar dominar el segmento de los pick-up en Estados Unidos, donde tradicionalmente siempre han triunfado los fabricantes norteamericanos. Por eso ahora han presentado la tercera generación del Toyota Tundra, un pick-up robusto y poderoso que se ha exhibido en el Salón del Automóvil de Chicago.
Hay que decir que el Tundra nació hace 13 años y recibió una importante actualización en 2005, que es cuando Toyota invirtió casi 1.300 millones de dólares para no dejar ni un solo cabo suelto. El resultado desde entonces no ha sido bueno, y para darse cuenta de ello se puede extraer como ejemplo la cifra de ventas en 2012: 100.000 unidades vendidas que contrastan con las casi 650.000 de la serie F de Ford o las 575.000 de RAM, una marca perteneciente a General Motors.
Made in USA
El fabricante japonés espera que todo cambie a partir de septiembre, que es cuando empezará a comercializarse la tercera generación del Tundra. Para ello han decidido fabricar un producto 100% americano, dejando de lado todo el conocimiento adquirido durante todos sus años de historia y confiando en quienes prefieren una hamburguesa con bacon antes que un delicioso plato de sushi.
Me explico mejor. El diseño procede de California (no ha sido Apple), la ingeniería de Michigan y el montaje de San Antonio. Solo así podrán adaptarse a los gustos de un público que está entusiasmado con este tipo de vehículos. El exterior es más esculpido y el interior es más refinado y confortable. Además, tampoco le falta de nada en cuanto a tecnología.
Motores muy capaces
Si nos fijamos en su mecánica, tenemos que decir que el nuevo Tundra equipa un V6 de 4 litros de cubicaje y 270 CV de potencia como motor de acceso. Luego también podemos decantarnos por dos V8, un 4.6 de 310 CV y un 5.7 de 381 CV. Estos dos últimos están asociados a una caja de cambios automática de seis velocidades. Habrá cinco acabados disponibles: SR, SR5, Limited, Platinum y 1793 Edition.