Seat Exeo Ecomotive: ni frío ni calor


Seat ha cumplido con la promesa que hizo el año pasado de extender la gama Ecomotive al modelo Exeo, al que pasaron por una leve operación de cirugía estética hace ya unos cuantos meses. Con esta incorporación, el velo de lo ecológico y de conciencia limpia ya cubre todo el espectro de coches de la marca.

La misma fórmula

La premisa es la clásica reducción de consumo y emisiones que bajo diferentes denominaciones puso en marcha el grupo VAG para todos sus sellos. Siempre con el mismo sistema: incorporación del dispositivo de parada y arranque de motor, reducción de la altura de la carrocería, neumáticos de baja fricción y minúsculas diferencias aerodinámicas mediante variaciones en los bajos delanteros y traseros.

La verdad es que no es como para tirar cohetes. La apuesta sigue siendo la ancestral puesta a punto del modelo diesel básico, a ver si se puede exprimir algo más una tecnología que, a grandes rasgos, tocó techo cuando se inventó el common-rail (ya ha llovido mucho desde aquello). Y no fue precisamente el grupo VAG quien lo hizo, sino que han sido los últimos en subirse a este carro.

En frío y aburrido, los datos oficiales son que se establece el consumo en 4,5 litros a los cien, que los motores son los de 120 y 143 CV, y que las emisiones de CO2 se quedan en 117 gramos por quilómetro. Nadie ha especificado aún si este consumo es en carretera o en ciclo combinado. Por comparativa, dicen que el ahorro de diesel es de 0,4 litros y que las emisiones apenas han bajado 12 g/km.

Un coche cuestionado

Creo que esta incorporación no rompe ninguna barrera, y además deja en el aire el debate que ha acompañado al Exeo desde que nació. Cuando Seat cesó la producción del mítico Toledo de los 90, sencillamente se equivocó, porque dejó vacío un lucrativo nicho. Los más acérrimos a la marca se echaron las manos a la cabeza cuando vieron la abominación de furgoneta que Seat sacaba al mercado bajo el nombre de Toledo, un vehículo que no han querido ni los taxistas.

Reaccionaron con un tiempo de respuesta cercano al del caracol, y quien les sacó las castañas del fuego fue la casa matriz. Audi tenía un A4 nuevo y pensaron en seguir exprimiendo las máquinas que fabricaban el anterior. Se las llevaron a Martorell y rebozaron un poco la carrocería. La solución a la falta de un sedán para Seat ha traído ríos de tinta. Porque muchos no ven con buenos ojos comprar tecnología que tiene diez años a precio actual. Personalmente, creo que el Exeo ha sido una respuesta digna, sobre todo porque Seat ha sabido imprimirle su propio carácter a la puesta a punto del bastidor. Pero no se puede negar que ahora mismo es un modelo que no acepta grandes mejoras, pues la disposición de su motor no permite ni la incorporación de una caja de cambios de doble embrague.

Así que con el verdadero renacer del Toledo, que empieza a venderse en noviembre, al Exeo le espera un futuro incierto. Y nadie ha dicho ni una sola palabra de si habrá una segunda generación. Por cierto, ahora que la fuga de divisas y los puestos de empleo nos preocupan a todos, hay que decir que el Toledo se fabricará en la República Checa y no en España ¿Otro error?

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