El Seat Arosa Racer es un modelo que nunca llegó a producirse, se quedó en prototipo y muy pocos volvieron a hablar de él. Fue presentado al público dos día después del atentado contra las Torres Gemelas en 2001 ya no volvimos a saber nada más. Es una pena porque se trataba de un GTI urbano que se había creado compartiendo plataforma con el Volkswagen Lupo, modelo que en 2000 sí que llegó a tener una versión GTI.
Este Arosa Racer contaba con todo lo indispensable para convertirse en un modelo deportivo dentro de su segmento. Montaba un motor 1.6 atmosférico de 16 válvulas e inyección electrónica multipunto. Su potencia era de 125 CV a 6.500 rpm, con un par de 152 Nm a 3.000 rpm. Al pesar poco y contar con una caja de cambios de 6 velocidades, podía pasar de 0 a 100 km/h en sólo 8,3 segundos, logrando una velocidad máxima de 207 km/h que hacía que el pequeño urbano se balanceara de un lado para el otro.
Es una lástima que no llegara a producirse, pero también hay que decir que fue lo más prudente. El Lupo GTI fracasó estrepitosamente y eso hizo que la firma española, dirigida desde arriba por los alemanes, tomara esa decisión.
