¿Un perro conduciendo? Sí, ya lo habíamos visto antes en fotografías o en vídeos en los que en realidad solo se captaba el momento en el que parecía que estaba conduciendo.
Los chicos de la SPCA (Sociedad para la Prevención de la Crueldad a los Animales) de Nueva Zelanda han querido ir un paso más allá y han demostrado que un perro puede aprender a conducir si se lo propone. Sin embargo, el objetivo que perseguían no era exactamente ése, sino que querían probar que los perros abandonados son tan inteligentes como los que han tenido la suerte de tener un hogar. De hecho, en ocasiones son bastante más inteligentes, tal vez porque han tenido que agudizar el ingenio para sobrevivir en la calle.
Un MINI Countryman perruno
El coche que aparece en el vídeo que verás a continuación es un MINI Countryman. Evidentemente, no es un Countryman cualquiera. Está adaptado para que el perro pueda conducir como cualquiera de nosotros. Hay cambios en el botón de arranque y en los pedales de freno y aceleración. Además, limitaron la velocidad para evitar disgustos.
El perro conduce completamente solo, sin ayudas y sin un copiloto al lado. Únicamente hay una persona que desde fuera le va indicando lo que tiene que hacer para no salirse de la pista. Está enseñado para girar el volante, pero aun así no es capaz de mantener el coche sobre el asfalto. Normal.