Los radares de tramo van a multiplicarse. Antonio Camacho, ministro de Interior, ha querido dejarlo muy claro a casi dos meses para las elecciones generales. En estos momentos es cierto que hay varios, pero prácticamente ninguno puede sancionar.
Para quienes todavía no lo sepáis, os voy a contar su funcionamiento. Es muy sencillo. Una cámara hace una foto a la entrada y otra a la salida. Se calcula la velocidad media en un tramo y si se sobrepasa el límite nos llevamos una sorpresa. No sirve lo de frenar a última hora, hay que mantener un velocidad más o menos constante que nos permita estar tranquilos. Tampoco sirve el famoso truco de cambiarse al carril derecho para evitar la foto.
Pese a que no se sabe todavía dónde irán colocados esos radares de tramo, sí sabemos que en febrero se anunciaron un total de cuatro: Barrios de Luna (AP-66), los túneles de El Pardo (M-40), O Sartego (AP-9) y en San Juan (A-7).