Los deportivos más feos de la historia


Quizá la palabra «feos» quede un poco fuerte para hablar de vehículos que, al fin y al cabo, también tiene su propio encanto. Pero es que si son feos son feos, y tampoco pasa absolutamente nada por decirlo, ¿verdad? En esta lista de abominaciones de la automoción bien podrían haber estado modelos como el GDT Speedster, el Antas V8, el Cizeta Moroder V16T o el Gumpert Apollo. Pero como hoy queremos ir un poco más allá, hemos seleccionado la ‘crème de la crème‘ entre los deportivos más feos e insólitos de la historia, ver para creer.

Panther 6 y Covini C6W (años 1978 y 2004)


La Fórmula 1 nos ha enseñado que algunos modelos de 6 ruedas (como el Tyrrel P34 o el Williams FW-08B), no resultaron ser ideas tan descabelladas. Sin embargo, que un fabricante de vehículos intente hacer lo mismo con deportivos de calle, es algo muy diferente. En 1978, el diseñador de limusinas británico Robert Jankel fue contratado por la empresa Panther Westwinds Ltd para crear el Panther 6, con la intención de marcar un antes y un después en la industria de la automoción. Bastaron dos unidades lanzadas para que este modelo naufragase estrepitosamente.


En el catalogo de los 3 ejes también podemos destacar el modelo Covini C6W, un superdeportivo italiano de 6 ruedas que en 2004 sorprendía con un motor de 400 CV y capaz de alcanzar los 300 km/h. Su aspecto no es del todo feo, solo «raro de mirar».

Qvale Mangusta (2000)


Sin duda alguna, el Qvale Mangusta puede interpretar el papel de hermanastro feo del Fiat Barchetta. Aunque su nombre esté relacionado con el modelo De Tomaso Mangusta de 1966, su aspecto deja mucho que desear. Se lanzó a comienzos del nuevo milenio con un motor V8 de 4.6 litros de la casa Ford, que presumía de alcanzar los 300 km/h. El resultado fue una crónica de muerte anunciada. La empresa quebró y los derechos del coche fueron vendidos al fabricante MG/Rover en 2003.

Marcos Mantis (1968)


Si lo veo no lo creo. Ni el Marcos Mantis de 1968 ni su generación de 1997 fueron muy agraciados en estética, aunque en el caso del primero, parece mentira que se hayan vendido 32 unidades. El modelo nació con dos tipos de motores: un V6 de 2.5 litros y un V8 Rover 3500 que no estaba nada mal para la época. El lanzamiento del Mantis detonó una especie de maldición para la marca inglesa Marcos, la cual fue atacada con una oleada de críticas que acabaron con la empresa en los años 70.

Weber Faster One (2002)


La historia del huevo y la gallina es similar a la del Weber faster One. ¿Qué fue primero, su fealdad o su impresionante potencia? No nos alarmemos, se trata de un modelo experimental suizo que en 2002, ya montaba un motor de 900 CV capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 2,5 segundos. Después de todo, la empresa ya tenía mucha experiencia en la fabricación de componentes para la Fórmula 1 y el campeonato alemán DTM. Su espantosa silueta azul y su frontal, recuerda a un bigote Souvarov que no convence demasiado a nadie.

Spyker C8 Laviolette LWB (2008)


Todos los coches son (en mayor o menor medida) intrínsecamente bellos, aunque el Spyker C8 Laviolette LWB tiene algo que en 2008 no encajó en el gusto de todos. Tal vez por tener más agujeros que un colador, por su relación calidad-precio o por ser complicado a los pedales. Fue construido por el fabricante holandés Spyker Cars tras la cancelación del modelo C12 Zagato y como una variante del original C8 Spyder del año 2000, aunque mostrando un nuevo motor V8 de 4,2 litros original de Audi.

¿Qué deportivos son los más feos que conoces tú?

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