El primer Ford de la historia se vendió por 850 dólares

el primer Ford
Un tuit de Ford España (@FordSpain) ha despertado mi curiosidad. Una imagen del primer Ford Model A de la historia, comprado por el Dr. Ernst Pfenning, me ha motivado a recopilar información para poder escribir este artículo que espero que te ayude a conocer cómo fueron los inicios de la que a día de hoy es una de las compañías multinacionales más poderosas del sector de la automoción.

Ford Motor Company fue fundada el 16 de junio de 1903 por Henry Ford, que a sus 40 años decidió dar ese paso al frente con el apoyo de doce inversores que aportaron 28.000 dólares a la causa. Gracias a ello pudieron instalarse en Detroit (Míchigan), donde Ford creó un proceso de producción revolucionario dentro del mundo industrial: la fabricación en serie.

Tomó la idea de la cadena de montaje de Ransom Olds, que empezó a funcionar en 1901 con poco éxito. Él se encargó de mejorarla, potenciarla y ponerla de moda en 1908, cuando nació el Ford Model T. Antes, sin embargo, fue el turno del Model A que puedes ver en las imágenes que sirven para ilustrar esta entrada.

Tres unidades que cambiaron el futuro de Ford

Dos o tres hombres podían encargarse de su fabricación utilizando componentes suministrados por otras compañías. Pero claro, el dinero se agotaba y nadie se acercaba hasta la Mack Avenue para realizar un pedido. A Ford, el fundador, solo le quedaban 223,65 dólares a su nombre y estuvo a punto de anunciar el cierre, pero en ese momento se hizo la luz y el Dr. Ernst Pfenning (un dentista de Chicago) se interesó por ese coche que incorporaba un motor de dos cilindros y 1.638 cc capaz de entregar 8 CV. Pesaba 850 kilos y se podía mover a 50 km/h.

primer Ford lateral
Teniendo en cuenta que otros coches más grandes como el Winton se vendían por 2.500 dólares, el precio del Model A era bastante razonable. Con capota desmontable incluida solo costaba 850 dólares, que en aquella época no era moco de pavo. Eso pasó el 15 de julio según Ford (13 de julio según la casa de subastas RM). Y lo mejor de todo no fue eso, sino que al cabo de unos días llegaron dos pedidos más. La Compañía de Automóviles Indiana y Herbert L. McNary, un fabricante de mantequilla de Iowa, aceptaron pagar los 850 dólares que costaba el Model A y eso hizo que la empresa esquivara su desaparición.

Los tres se fabricaron en una sala de montaje en el mismo momento. De hecho, fueron enviados a los primeros clientes en el mismo mes, así que es difícil decir quién fue el primer conductor del Model A. Lo que sí está claro es que solo se fabricaron tres unidades, porque empezaron a trabajar en el Model T y no volvieron a vender ninguna unidad más del Model A. Al de Pfenning le asignaron el número de serie #11, al de Indiana el #9 y al de McNary el #30.

El único superviviente pertenece a Bill Ford

Bill Ford Model A
De los dos primeros no hemos vuelto a saber nada más, pero el tercero ha dado muchas vueltas. Harry E. Burd, de Waterloo (Iowa), lo compró 50 años después de que McNary apostara por él. Pagó 400 dólares y se lo llevó al taller de Sievers Lloyd para que lo reformaran. En 1961 lo vendió a un concesionario suizo de Ford y permaneció en Europa hasta 2001, cuando un coleccionista de coches anónimo lo adquirió. Aunque no sabemos lo que pagó por él, seguramente fue una buena inversión porque en 2007 se lo vendió a un abogado de Houston llamado John O’Quinn, que pagó la friolera de 693.000 dólares (unos 510.000 euros al cambio actual) en una subasta organizada por RM.

En 2010 intentó venderlo en Monterrey por entre 600.000 y 800.000 dólares, pero la mejor oferta fue de 325.000 dólares. Lo volvió a intentar en octubre 2012 apelando a los más de 100 años de historia que tenía el vehículo, pero no pudo obtener lo que pretendía. De hecho, le ofrecieron menos. Bill Ford, el actual CEO de Ford Motor Company, fue el comprador que se hizo con él después de pagar 264.000 dólares (unos 195.000 euros al cambio actual).

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