Cuidado con dónde le cambias el aceite a tu coche


Estaremos todos de acuerdo en que hay que revisar con lupa cada gasto que hacemos, y que pasar por el mecánico nos hace temblar las rodillas tal y como andan las cosas por casa. El coche es una máquina que constantemente traga dinero, y no sólo hay que contar con el combustible. A pesar de todo, las revisiones, tener en correcto estado las partes esenciales del vehículo, son ineludibles si no queremos terminar causando averías más graves o teniendo un accidente. Hay tres cosas fundamentales en las que no puedes escatimar: neumáticos, frenos y el aceite del motor. Hablemos de lo que está pasando últimamente con el aceite y los daños (algunos irreparables) que se pueden llegar a producir.

Haciendo una analogía barata, el aceite es la sangre del motor. Un lubricante que permite trabajar a todos los componentes del corazón del coche sin que haya rozamientos lesivos. El aceite provee de una pátina resbaladiza a las paredes de los cilindros, así que cuando los pistones se mueven, lo hacen con la menor fricción posible. Si eliminas el aceite o no se encuentra en un estado óptimo, las rozaduras en el interior de los cilindros pueden hacer disparar la temperatura del motor hasta el punto en que se gripe. Es decir, hasta el punto en que pistones y cilindros se calienten tanto que se fundan y se claven. Adiós motor, adiós coche.

Cuando el aceite llega al final de su ciclo de vida, se ha llenado de impurezas y suciedad, partículas que taponan el filtro del aceite y que nos llevan de nuevo al principio: mal funcionamiento, sobrecalentamiento… Adiós motor. Este ciclo de vida está marcado por un número de kilómetros concretos y por un tiempo de caducidad que se reduce a un año. Pasado ese tiempo, desaparecen sus complementos como los detergentes, dispersantes, reductores de fricción y anticorrosivos. En resumidas cuentas, aunque no cumplas con los kilómetros que puede resistir el aceite, deberías cambiarlo cada doce meses.


Por otra parte, hay motores que consumen un poco de aceite. Esto no es alarmante ni significa que haya una fuga en los cilindros, siempre y cuando este consumo de aceite se encuentre dentro de unos parámetros que el fabricante y el mecánico estipulen como normales. Pero esto hace que sea importante que revises la varilla del aceite de tanto en cuanto. Si ves que el nivel baja, debes rellenarlo hasta que marque la cantidad correcta. Recordando siempre que para esta reposición hay que emplear exactamente el tipo de aceite que ya se encuentra en el motor, y no usar nunca uno con índices de viscosidad distintos.

Lo que está poniendo en peligro muchos motores

Dada la situación económica en la que nos encontramos muchos, yo me pongo delante, empiezan a tentarnos anuncios de cambios de aceite inusitadamente baratos. Y ahí está el peligro.


Para cambiar el aceite correctamente hay que sacar un tapón que se encuentra bajo el motor y dejar drenar todo el aceite viejo. Gracias a esa operación no sólo quitamos el aceite, sino todas las impurezas que se quedan posadas al fondo del depósito cuando el motor está frío y parado. Además, cambiamos el filtro y ponemos un lubricante nuevo de buena calidad, ni la mejor, ni la peor. Simplemente la calidad que recomienda el fabricante.

Pero en estos sitios tan baratos la operación no se lleva a cabo de esa manera. En vez de drenar el depósito, es mucho más fácil y rápido absorber con una pipeta el aceite desde arriba, desde la tapa del depósito. Con lo cual, todas las impurezas dañinas se quedan dentro de nuestro motor, al fondo del depósito, esperando a entrar otra vez dentro de los pistones en cuanto hagamos unos kilómetros. Además, el nuevo filtro que le colocan y el aceite que emplean para la sustitución son de calidades muy dudosas. Y lo que pintaba tan bonito y barato, termina siendo veneno para el coche.

Así que mucho cuidado. No pasa nada si te excedes un tiempo o mil kilómetros de más. Si el aceite era bueno, está preparado para cumplir hasta que te vaya bien de dinero hacerle el cambio. Pero cuando lo hagas, hazlo en un taller en condiciones y que te ofrezca garantías.

Recuerda: neumáticos, frenos y aceite. Ahí no te la juegues.

Mecánica,
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