Ahorrar combustible se ha convertido en la obsesión de muchos conductores que no quieren tener que pasar tan a menudo por las gasolineras para repostar. Además, muchos fabricantes están trabajando duro para ofrecer consumos bajos y emisiones irrisorias, algo que poco a poco parece que se va consiguiendo. Sin embargo, toda ayuda es poca y somos nosotros quienes también tenemos que poner de nuestra parte conduciendo de una forma que nos permita ahorrar combustible.
El hypermiling, que podríamos traducir como «conducción ultraeficiente», se está poniendo de moda. Son muchas las personas que quieren compartir sus trucos con los demás para lograr el máximo ahorro aplicando una serie de interesantes medidas. Las que os describo a continuación son las 10 que pienso que más resultado pueden tener:
– Reducir el peso al máximo: Eso quiere decir que tenemos que descargar el maletero de objetos no necesarios. Masa es sinónimo de inercia en física y eso significa que nos cuesta más acelerar y frenar. Lo que os recomiendo es que guardéis la neverita del camping en casa si no la vais a volver a utilizar hasta el verano que viene.
– Aire acondicionado apagado: El compresor del aire acondicionado consume energía, pero bajar las ventanillas hasta abajo puede que no sea la mejor solución para ahorrar combustible. Todo dependerá de la velocidad y la temperatura exterior, midiendo ambas cosas tendríamos que ser capaces de saber qué es lo que más nos conviene. A altas velocidades es más recomendable utilizar el aire acondicionado.
– No bajar las pendientes en punto muerto: Al contrario de lo que muchos piensan, bajar las pendientes en punto muerto no nos sirve para lograr un consumo de combustible menor. Al ralentí el motor se mueve a sí mismo y consume.
– Neumáticos inflados al máximo: Si se reduce la resistencia a la rodadura se mejora el consumo. Hay que comprobar de vez en cuando que la presión de los neumáticos sea la adecuada.
– Reducir lentamente antes de parar: La inercia del coche mantiene el motor en movimiento y hace que el consumo sea nulo en cuestas abajo. Cuanto más tiempo reduzcamos la velocidad del vehículo mejor.
– Coger el rebufo de otros vehículos: Coger el rebufo de otros vehículos, al igual que sucede en una competición, nos serviría para reducir combustible. Sin embargo, es tan arriesgado que no os lo puedo recomendar. Sólo unos cuantos descerebrados lo hacen, así que dejad siempre la distancia de seguridad, por favor.
– Cambiar a bajas revoluciones: Tiene su lógica, aunque hay que tener en cuenta una serie de factores. Conduciendo en horizontal es más que recomendable, pero cuando el vehículo necesita un esfuerzo extra hay que buscar la zona óptima para que el motor trabaje de forma eficiente. No es bueno pasarlo de revoluciones, pero tal vez peor es llevarlo ahogado.
– Subir pendientes de forma gradual: Es mucho mejor un ritmo suave y constante que un ritmo muy fuerte. Coger impulso antes de una pendiente está bien, pero luego hay que bajar el ritmo aprovechando la inercia.
– Velocidad constante evitando pendientes: Hay que evitar las circunstancias que requieren un esfuerzo adicional. Subir pendientes es una de ellas.
– Las rutas fluidas y horizontales son mejores aunque no sean las más cortas: No siempre el camino más corto es que sirve para consumir menos combustible. Si es un camino lleno de pendientes de nada nos servirá evitar el largo y llano.