BMW está atravesando un momento muy dulce gracias a sus ventas en el mercado asiático. En Estados Unidos y en Europa las cosas no le van tan bien, pero el récord histórico de ventas en febrero ya no se lo quita nadie.
La firma alemana quiere seguir creciendo y quiere hacerlo conteniendo sus gastos, así que van a hacer todo lo posible para migrar su producción a dos plataformas. Solo dos arquitecturas de producción para fabricar todos los modelos de la gama, a excepción de los de la submarca BMW i, ya que éstos seguirán desarrollándose desde cero.
Divididos por la tracción
La producción se dividirá en dos secciones: tracción trasera y tracción delantera. Ambas compartirán un sinfín de componentes y hasta tendrán en común la electrónica, todo con el objetivo de reducir costes de producción y aumentar beneficios.
Ahora hay cuatro plataformas
La tracción delantera incluye el MINI, la Serie 2 y los futuros X1 y Serie 1. La trasera será para los Serie 3, 4, 5, 6 y 7, además de servir de plataforma para el Rolls-Royce Phantom, aunque con algunos cambios significativos. A día de hoy BMW utiliza cuatro arquitecturas que se dividen de esta forma:
Coches compactos: Serie 1, 2 y 3.
Coches de tamaño medio y grande: Serie 5, 6 y 7. Rolls-Royce Phantom.
Crossovers: X3 y X4.
SUVs: X5 y X6.
El Serie 4, el Z4 y el X1 se fabrican utilizando plataformas más antiguas o derivadas de las que acabo de mencionar. El primer modelo que se venderá cuando se ponga en marcha el plan de reducción de costes será el Serie 7 que se conoce como G11 (código interno). Debería llegar en unos dos años.
¿Coches idénticos?
En BMW no se han cansado de repetir que los coches no serán iguales, a pesar de que compartirán las mismas piezas. A mí me cuesta creerlo y creo que les costará engañar a sus clientes. De todas formas, hay que reconocer que es un ajuste necesario tal y como están las cosas. No pueden permitirse el lujo de mantener cuatro plataformas y apostarán por esta estrategia para obtener beneficios importantes en mercados tan grandes como el europeo y el norteamericano, donde ahora mismo las cosas no les van tan bien.