Jaguar quiere más. Y no lo quiere en un mercado cualquiera. Sus directivos han trazado un plan que pasa por conquistar el mercado estadounidense, donde están dispuestos a lanzar cuatro modelos en doce meses. La ofensiva suena cuanto menos tentadora.
Las marcas alemanas, como por ejemplo BMW, están ganándoles terreno junto a las japonesas. No hay que olvidar que tanto Lexus como Infiniti tienen muy buen cartel por esos lares, algo distinto a lo que sucede en algunos países de Europa como por ejemplo España.
Con el cuchillo entre los dientes
Esa promesa llegará acompañada de una campaña de marketing más agresiva de lo habitual. Allí está permitido traspasar ciertos límites que en el viejo continente están marcados con una línea roja. Joe Eberhardt, presidente de Jaguar Land Rover en Norteamérica, lo ha dejado muy claro para que a nadie le pille por sorpresa. Ha abierto la boca para decir qué es lo que les hará diferentes de la competencia:
Tiene que ver con la seducción, las prestaciones y el diseño, con una imagen más potente, un mayor valor añadido y una mejor dinámica de conducción. Es prácticamente lo contrario de las clásicas berlinas alemanas. Hay demasiado metal alemán en las carreteras y los posibles compradores necesitan una alternativa que no sea Lexus.
Es un dardo envenenado y toda una declaración de intenciones. Van a ir a por todas para conquistar Estados Unidos y no les importa perder amigos por el camino. Al fin y al cabo esto va de dinero, y cuando hay intereses económicos de por medio los que están a tu alrededor son potenciales enemigos.
Los cuatro fantásticos
El primero en llegar será el Jaguar XE que muy pronto estará en España. Luego será el turno del nuevo Jaguar XF, más tarde el Jaguar XJ recibirá un lavado de cara y por último asistiremos al nacimiento de su primer SUV, el Jaguar F-Pace. Veremos si con toda esa carne en el asador es suficiente.