Volkswagen Beetle Dune, mal Kharma


No entiendo por qué está levantando tanta polvareda este prototipo, ni por qué la prensa es tan entusiasta, ni por qué Volkswagen no para de enviar notas de prensa y fotos. Nosotros ya nos hemos visto medio adoctrinados por las corrientes de opinión y llevamos un par de artículos sobre el Beetle Off-Road.

Que éste sea el último, por favor…

Las ventas del Beetle en Estados Unidos y México son alentadoras desde el 2011… Detroit debe ser el lugar natural donde colocarlo, por surrealista que sea. En España todavía estoy buscando uno en la calle que pertenezca la última generación… Seguro que los hay, pero no me los he encontrado.

A mí, si tengo que ser honesto, me da grima esta conversión SUV… Mal Kharma. Tiendo a la hipérbole y la exageración, o a un exceso de susceptibilidad, si se quiere decir así. Pero lo miro y me acuerdo de los nazis.


En 1934, Adolf Hitler ya le estaba dando la lata a Ferdinand Porsche para que convirtiera el Beetle en un coche militar. Jugando al Stratego en su despacho, el tipo ya deliraba con la conquista del mundo. Al final lo consiguió en 1938, justo antes de invadir Polonia: el señor Porsche le dio lo que quería al Káiser y se empezaron a fabricar en serie los Beetle nazis. Volkswagen Kübelwagen o Type 62.


Cuando el Tercer Reich detonó el conflicto militar, las carrocerías de Beetle nazis se multiplicaron. Algunas, como veréis en la galería de imágenes, eran máquinas para el más áspero de los desiertos. Hasta 37 versiones diferentes se llegaron a diseñar. Para mí, el Beetle Dune es como la versión 38, Sesenta y nueve años después de la Seguna Guerra Mundial.

Para esquiar

Volkswagen le ha colocado dos portaesquís, porque me imagino que la Merkel, a pesar de inyectar tanto dinero este año en el grupo VAG, no está pensando en un Cuarto Reich. Su contienda es monetaria.

Para su uso lúdico, los esquís pueden ser de nieve si te vas a Michigan o de arena si prefieres el sandboarding en Dubai…

La carrocería está un poco más alargada y las suspensiones son más altas, pero a fin de cuentas es un Golf GTI con 210 CV en las ruedas delanteras y cambio DSG. El diferencial para no andar deslizando en terrenos comprometidos es el sistema XDS de todo el grupo VAG, que jamás me gustó porque termina por gastar de forma desigual los cuatro frenos. Es un coche que te ha de entrar por los ojos, porque no le pidas que te saque de ningún aprieto en campo abierto, nieve o arena fina.


Desde Wolfsburgo tienen fe en que guste a los americanos lo suficiente como para pasarlo a las factorías. De lo que está expuesto en el Salón de Detroit a lo que sería el modelo de serie habría exiguos cambios.

Ahí van todas las fotografías de marketing que Volkswagen ha tomado del Beetle Dune. Si te gusta, bien por ti. ¿Quién tiene derecho a juzgar lo que le agrada a alguien?

Si sigo escribiendo así, alguien me despedirá de Motor a Fondo. Lo entendería.

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