Coches de cine: el Oldsmobile de Spiderman


¿A que nunca te habías fijado? El Oldsmobile Delta 88 del año 1973 que el padre de Sam Raimi le regaló cuando éste tenía 14 años sale en todas, absolutamente todas sus películas. Aquí os dejamos un vídeo con un breve montaje donde lo podéis comprobar. Sam Raimi comenzó su carrera dentro del terror y el gore, un mundillo donde se hizo todo un director de culto. Pero en Hollywood también ha terminado por hacerse hueco, sobre todo con la trilogía de Spiderman. Pero sea cual sea el film, su Oldsmobile siempre tiene un papel. Incluso cuando dirigió el western Rápida y Mortal lo disfrazó y tuneó como el carro del enterrador del pueblo.

Lo ha hecho estrellarse, lo ha tirado por los aires, lo ha convertido en una tanqueta tipo Mad Max… Pero siempre lo restaura y lo deja como nuevo, esperando a su próxima película. Le tiene un cariño especial, y el lo apoda “El Clásico”. Todos los productores saben que si contratan a Sam Raimi van a tener que hacerle sitio en el presupuesto para cualquier eventualidad que le ocurra al coche.


A lo mejor no tenéis muy presente toda la carrera de Sam Raimi, pero aquí os nombro sus películas más populares y veréis que habéis disfrutado con muchas de ellas… Posesión Infernal, Terroríficamente Muertos, El Ejército de las Tinieblas, Crimewave (Ola de Crímenes, Ola de Risas), Darkman, Un Plan Sencillo, Rápida y Mortal, Premonición, Arrástrame al Infierno, Spiderman, Spiderman II y Spiderman III

Uno de los coches más míticos en los USA

Este coche es toda una leyenda en Estados Unidos. Su primera generación vio la luz en 1949 y se cesó su producción por imperativos de General Motors en 1999. Cinco décadas y nueve generaciones distintas.


El de Sam Raimi es de la séptima generación, lo que vendría a equivaler ahora al nuevo Golf. Fue cuando el coche alcanzó su máxima popularidad y sus cotas de ventas más altas. Transmisión automática de tres velocidades, motor de 7.5 litros y ocho cilindros en V. Es decir, que se bebía un camión de Repsol cada 100 kilómetros.


Lo dicho, miraos el pequeño montaje, porque siempre se habla de los coches de James Bond o del Batmóvil, pero rara vez reparamos en las cosas más curiosas. No están todas las películas que he nombrado, pero sí las más notorias.

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