Te hablé de él a finales de julio, cuando Opel lo preparaba todo para su presentación oficial en el Salón del Automóvil de Frankfurt. El Astra TCR, un coche de competición que no llegará hasta febrero de 2016, costará 95.000 euros sin impuestos. Es lo que tendrán que pagar los equipos que quieran hacerse con él para competir en las TCR Series o en la Touring Car Racing.
Potente, ligero y aerodinámico
La firma alemana ha trabajado junto a Kissling Motorsport basándose en la última generación del compacto que podemos encontrar en los concesionarios. Eso sí, bajo el capó no es conde cualquier cosa. Estamos hablando de un motor turbo de 2.0 litros que entrega 330 CV y 420 Nm de par máximo. Con esa fuerza se mueven las ruedas delanteras respondiendo a las órdenes de una caja de cambios de seis velocidades.
Hay que destacar su peso (tan solo 1.200 kilos) y un kit de carrocería que le permite brillar en los circuitos. Su splitter frontal ajustable y su enorme spoiler trasero velan por la aerodinámica del Astra TCR, mientras que el sistema de frenos, formado por discos de 378 milímetros delante y 265 milímetros detrás, está preparados para detener a esta bestia utilizando pinzas de seis pistones delante y de dos pistones detrás.
No le falta jaula antivuelco, el depósito de gasolina tiene capacidad para 100 litros, el volante es de competición, los asientos de tipo baquet firmados por Recaro y la suspensión es ajustable. Como es lógico, no hay ayudas electrónicas de ningún tipo, así que hay que olvidarse del ABS o de los controles de estabilidad y tracción.
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