Maserati, 100 años de historia

Maserati 100
La historia de Maserati no es una historia cualquiera. El fabricante italiano lleva 100 años dando guerra y se mantiene entre las mejores marcas del sector de coches de lujo. Fue fundada el 1 de diciembre de 1914 por Alfieri Maserati, uno de los hermanos de la familia.

Todo surgió gracias a Carlo Maserati, que empezó su carrera de ingeniería en una fábrica de bicicletas situada en Affori, cerca de Milán, y no tardó en desarrollar un motor de combustión interna de un cilindro para crear bicicletas motorizadas.

De las bicicletas a los coches de competición

Tal vez por ello le contrataron como ciclista, puesto que era una de sus grandes pasiones. No tardó mucho en ganar varias carreras con esas bicicletas motorizadas, pero decidió cambiar de rumbo y se convirtió en piloto de pruebas de Fiat entre 1901 y 1903. Más tarde también fue piloto de pruebas y mecánico de Isotta Fraschini, donde logró colocar a su hermano Alfieri, que por aquel entonces apenas tenía 16 años.

Carlo se marchó de Isotta Fraschini en 1908, pero Alfieri se quedó como mecánico tras convencer a Cesare Isotta, que acabó confiando en él como piloto. Como Carlo era un hombre inquieto, continuó con su carrera profesional en Bianchi, donde pudo competir en una prestigiosa carrera alemana llamada Kaiserpreis. Como su pasión seguía siendo el diseño, no dejó al lado sus ideas y mejoró uno de los puntos débiles de los Bianchi. Cambió su sistema de encendido de bajo voltaje por uno de alto voltaje que había diseñado él mismo.

Maserati familia
En ese mismo año se convirtió en director gerente de la empresa de automóviles Junior de Milán, pero un año más tarde decidió fundar su propia empresa. El objetivo de la misma no era otro que diseñar y producir un motor de combustión para la aviación, puesto que ya tenía patrocinadores que apoyaban su iniciativa.

La muerte de Carlo y el nacimiento de Maserati

Todo iba bien, pero en 2010 contrajo una enfermedad pulmonar que acabó con su vida y sus proyectos de futuro. Para sus hermanos fue un mazazo, pero la vida continuó y Alfieri decidió trasladarse a Bolonia, donde puso en marcha un servicio de asistencia para Isotta Fraschini. Fue, por tanto, su primer taller.

Sus hermanos Ettore y Ernesto le siguieron, pero Bindo se quedó en Isotta Franschini. Así nació la Società Anonima Officine Alfieri Maserati, situada en Via de Pepoli nº 1, un garaje con taller para vehículos. Es el que puedes ver en el vídeo que se muestra al final de este artículo.

Oficina Maserati
Italia entró en guerra en 1915, y eso fue una mala noticia para la compañía que se acababa de fundar. Alfieri y Ettore fueron reclutados y Ernesto, que solo tenía 17 años, tuvo que quedarse al frente del taller mientras se formaba en el Instituto Técnico Aldini de Bolonia por las noches.

Traslado a Módena y primer éxito

Cuando terminó la guerra las cosas volvieron a la normalidad. Alfieri propuso mudarse a una fábrica de botellas situada en el número 179 de la pedanía de Alemanni, en la zona de Ponte Vecchio. Allí había espacio suficiente para montar un taller con cara y ojos, así que los tres hermanos y sus padres se mudaron. Trasladaron la producción de bujías y colocaron un cartel sobre los tres grandes ventanales de la fábrica: Officine Alfieri Maserati SA. La cosa ya iba en serio.

Maserati dio un paso de gigante cuando sus bujías con aislamiento de mica se utilizaron en los aviones SVA. Con ellos el poeta Gabriele d’Annunzio forjó su leyenda con su famoso ataque aéreo sobre Viena.

La creación del logotipo

logotipo maserati
Todavía quedaba otro hermano que quería formar parte de la historia de Maserati. No tenía ni mucho menos los mismos conocimientos a nivel mecánico, pero fue el encargado de diseñar el logotipo de la compañía. Mario Maserati era un artista que se inspiró en una sugerencia del Marqués Diego de Sterlich, que era un buen amigo de Alfieri. Decidió apostar por uno de los símbolos de Bolonia, el tridente de la estatua de Neptuno que está en la fuente de la Piazza Maggiore. Lo completó con los colores rojo y azul porque son los de la bandera de Bolonia.

Grandes resultados en pista

Eso pasó en 1920, cuando Alfieri regresó al mundo de la competición en un SCAT, para posteriormente subirse a un Nesseldorf de cuatro cilindros. No logró grandes resultados, pero la experiencia le sirvió para tener algo muy claro: querían fabricar un Maserati.

Lo que hicieron fue coger un chasis de Isotta Fraschini, un motor de cuatro cilindros montado en un ocho cilindros de Hispano Suiza, una transmisión SCAT, unas llantas de radios Rudge y un eje Itala. Con él ganó su primera carrera, la Susa-Moncenisio. Lo hizo en 1921 con su hermano Ernesto al lado.

En 1922 se pasaron a Diatto, una empresa con sede en Turín. Los resultados no fueron buenos durante las primeras carreras, pero pronto fueron partícipes de una serie de cambios que le llevaron otra vez a la gloria.

Diatto abandonó la competición en 1925 por culpa de la crisis, pero antes los hermanos Maserati compraron diez chasis del Diatto 30 Sport con la ayuda del Marqués Diego de Sterlich, que era un gran admirador de Alfieri y había sido piloto de Diatto. Así arrancó la producción de los primeros Maserati que lucirían el logotipo del tridente.

Tipo 26, el primer Maserati

Maserati Tipo 26
El primer Maserati de la historia era una evolución del Diatto GP 8C turbo. Se llamó Tipo 26 porque empezó a competir en 1926, año en el que debutó con un muy buen resultado: octavo en la general y ganador de la categoría de hasta 1.500 cm cúbicos. Alfieri definió de esta forma su primera creación:

Motor desplazado hacia delante 3 cm – Transmisión Tipo 26, tres velocidades – Tubos de escape en tres secciones – Caja del diferencial de bronce con tubos claveteados – Eje delantero tipo Casaralta con frenos delanteros accionados por cables flexibles.

1926 es un año importante. Lograron su primera victoria absoluta el 13 de junio con Ernesto al volante, que alcanzó los 167 km/h conduciendo el Tipo 26, que empezó a venderse a pilotos privados y amateurs, además de acabar en los garajes de algunos gentleman drivers de la época.

La muerte de Alfieri

Las cosas iban a pedir de boca, pero Alfieri sufrió un grave accidente un año después y perdió un riñón. El primer récord mundial llegó en 1929, cuando Baconin Borzacchini, a bordo de un Maserati V4, acabó una carrera de diez kilómetros a una velocidad media de 246,069 km/h. Dicho récord se mantuvo hasta finales de 1937.

En 1932 murió Alfieri, el fundador de Maserati. El riñón que le quedaba no funcionaba del todo bien y no logró salir con vida de una operación muy complicada. Bolonia estaba de luto y muchos pilotos acudieron a su funeral. Fue una gran pérdida para la familia Maserati, por lo que Bindo decidió dejar Isotta Fraschini para unirse a sus hermanos. Se convirtió en el nuevo presidente, mientras que Ernesto asumió la parte técnica. Así fabricaron el nuevo Tipo V5, que fue todo un éxito.

En 1933 llegó Tazio Nuvolari, que tras no llegar a un acuerdo con Ferrari (decía que Enzo Ferrari no le quería como socio al 50%), decidió pasarse a Maserati. Al volante del 8CM lo ganó prácticamente todo, aunque nunca quiso ser piloto oficial de la firma italiana. Compitió como piloto privado y Ernesto le prestaba asistencia técnica.

Tazio Nuvolari

Adolfo Orsi toma el control

Cuatro años más tarde, Maserati tuvo que aliarse con Adolfo Orsi, un emprendedor italiano que les podía ayudar a competir con Mercedes y Auto Union, dos marcas alemanas que contaban con el apoyo del Tercer Reich. Ernesto, Bindo y Ettore le cedieron toda la compañía, pero no dejaron de ocupar cargos importantes en el organigrama de las dos empresas adquiridas por Orsi: Officine Alfieri Maserati para la producción de coches de carreras y Fabbrica Candele Maserati para la producción de bujías.

La nueva sede de Maserati se trasladó desde Bolonia hasta Módena, que es donde sigue a día de hoy. Orsi lo quería concentrar todo en una única propiedad. Allí no se pudieron fabricar coches durante los primeros años, ya que la Segunda Guerra Mundial les obligó a crear bujías y otros elementos indispensables para la guerra. No avanzaron a nivel automovilístico, pero sí a nivel financiero.

Maserati A6

Maserati A6
En 1946 todo vuelve a la normalidad y nace el Maserati A6 (la «A» en honor a Alfieri y el «6» por los seis cilindros del motor que montaba). Debuta en el Salón del Automóvil de Ginebra como prototipo que aspira a ser un GranTurismo. De hecho, es el primer Maserati destinado al uso cotidiano.

Su diseño gustó al gran público, por lo que se dio luz verde a su producción. En 1948 se exhibió en el Salón del Automóvil de Turín el A6 1500, cuya renovación estética corrió a cargo del famoso diseñador Pininfarina.

Los hermanos Maserati abandonan el barco

En 1946 acabó una época para los hermanos Maserati. Tras la victoria en el Gran Premio de Niza de ese mismo año, decidieron abandonar la empresa. No estaban enfadados con Orsi, pero querían alejarse de la mentalidad del grupo y no querían más problemas con los sindicatos. Por eso volvieron a Bolonia y fundaron Osca, una compañía dedicada al diseño, desarrollo y fabricación de automóviles para la competición.

Rivalidad con Ferrari

La Fórmula 1 nació en 1950, pero tuvimos que esperar hasta 1956 para vivir un duelo trepidante. Ferrari y Maserati se enfrentaron en la pista. Los dos rivales de Módena vivían lo más parecido a un Barça – Madrid. Había mucha rivalidad y estabas obligado a ser de una u otro para formar parte de los debates que se generaban en los bares.

Adiós a la competición tras la victoria de Fangio

Fangio Maserati 250F
En 1957 la crisis provocó un gran cambio. Orsi cerró algunas de las divisiones de su imperio, incluida la deportiva. Eso le obligó a centrarse en la producción de automóviles como los que conocemos a día de hoy. Ese mismo año, sin embargo, hay que destacar la victoria de Juan Manuel Fangio en el Mundial de Fórmula 1 con un Maserati 250F, un año después de dejar Ferrari. Ganó en cuatro de los ocho Grandes Premios: Argentina, Mónaco, Francia y Alemania. Se convirtió en campeón del mundo por quinta y última vez en la historia y cerró una etapa muy importante para la marca.

La «Dama Blanca»

El boom económico les animó con dos prototipos. Por un lado la «Dama Blanca«, el primero de los que derivarían en el 3500 GT. Luego llegó el GTI, el primer coche italiano con inyección directa. El Sah de Persia alucinó con la «Dama Blanca», pero quería algo más para sentirse satisfecho. Por eso el ingeniero Giulio Alfieri le colocó el motor de ocho cilindros del 450 S, que era el automóvil con el que Fangio había ganado las 12 Horas de Sebring. Con acabados en oro y maderas nobles, era el modelo más exclusivo por aquel entonces, una pieza de coleccionista por la que hoy se pagaría mucho dinero.

Mistral, Quattroporte y Ghibli

Primer Maserati Quattroporte
El Maserati Mistral fue el primer Maserati que adoptó un nombre vinculado al viento. Vio la luz en 1964 y se fabricó con dos carrocerías distintas: coupé y descapotable.

En el Salón del Automóvil de Turín de 1963 presentaron su primera berlina. Era el conocido Quattroporte, elegante, potente, distinguido y, como su propio nombre indica, con cuatro puertas. El equipo de ingenieros de Giulio Alfieri y Pietro Frua se encargaron de diseñar la carrocería.

En 1967 nació otro modelo que nos resulta familiar: el Ghibli. Fue el primer proyecto junto al diseñador italiano Giorgetto Giugiaro. Montaba un motor de ocho cilindros y fue presentado en el Salón del Automóvil de Turín en 1966. En un principio se habló de una tirada de 100 unidades, pero luego pasaron a 400. Al final dejó de producirse tras 1.295 matriculaciones en sus versiones descapotable y coupé.

Cambio de propiedad y fabricación del Maserati Bora

Maserati Bora
En 1970 más cambios importante. Orsi se fijó en Citroën y firmaron un acuerdo para ser socios. La firma francesa se hizo con su control después de que Orsi la abandonara, pero la vendió a GEPI, una empresa pública italiana dirigida por el italo-argentino Alejandro de Tomaso.

Un año después asistimos al nacimiento del Maserati Bora. Llevaba los mismos faros escamoteables del Ghibli, aunque era mucho más deportivo al incluir el motor en posición central. Era otra obra de arte de Giorgetto Giugiaro, que en el Salón del Automóvil de Ginebra de 1972 volvió a la carga con un coupé futurista llamado Boomerang.

En 1978, el Jefe de Estado italiano, Sandro Pertini, eligió el Quattroporte Royale como su coche oficial hasta 1985. Lo más curioso de todo fue su visita a Maranello para hablar con Enzo Ferrari, que recordó su rivalidad con Maserati y se negó a salir a su encuentro para no aparecer en la foto junto al Quattroporte presidencial.

Alianza y adquisición por parte de Ferrari

Ferrari Maserati
Lo más curioso de todo es que Maserati y Ferrari limaron asperezas y se convirtieron en socios en 1993. Se unieron al Grupo Fiat y la presidencia cayó en manos de Luca di Montezemolo, actual presidente y CEO de Ferrari. La adquisición completa por parte de Ferrari se inició en 1997 y terminó en 1999, acabando así con muchos años de sana rivalidad.

En 1997 se detuvo la producción en la fábrica de Maserati en Módena. Ferrari llevó a cabo una serie de remodelaciones que hizo que los trabajadores se mudaran a Maranello durante seis meses, que es lo que tardaron las obras de mejora de las instalaciones situadas en la Viale Ciro Menotti.

Todo lo demás ya lo conoces. Maserati se ha convertido en uno de los fabricantes más respetados del mundo. Sus coches contienen una mezcla de elegancia y deportividad que les hace irresistibles. Eso mismo es lo que quiere transmitir el Maserati Alfieri Concept que presentaron en el Salón de Ginebra como homenaje al fundador.

Os dejo con el vídeo que han publicado con motivo de los 100 años de historia. Después de todo lo que te he contado, tiene mucho más sentido.

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