Los valencianos ahorran en CO2 apostando por los vehículos eléctricos


Soy el primero en estar eufórico por la carrera que hizo Alonso el domingo, pero eso no quita que el Gran Premio de Fórmula 1 haya sido un despropósito económico desde el primer minuto. Valencia y los bolsos Louis Vuitton de Rita Barberá siempre parecen estar en el candelero de los escándalos económicos. Pero nos llega una noticia que demuestra que los valencianos saben hacer las cosas muy bien cuando se lo proponen. La ciudad se ha armado con una flota de vehículos “verdes” de primera línea, y hoy se publican los resultados: estos vehículos están ahorrando en CO2 tanto como 8.400 árboles. Son 112 toneladas de este gas contaminante.

La concejala de Medio Ambiente, María Àngels Ramón-Llin no se ha dedicado a sacar pecho y a pregonarse como una heroína, sencillamente ha dicho a la agencia EFE que esto es sólo una contribución al Pacto de los Alcaldes, donde todos se comprometieron a reducir un 20% los gases contaminantes para 2020. Así que el estudio lo único que revela es que estamos en el buen camino.

La armada valenciana

Esta flota de coches incluye un reducido número de vehículos eléctricos de la policía municipal, que actúan dentro del casco urbano y que se vieron envueltos en un escándalo hace meses porque circulaban sin seguro. Es el factor error humano, supongo.


La cuestión es que los valencianos tienen un considerable ejército de vehículos que funcionan con gas natural, otros tantos que son híbridos y otros más que son eléctricos. Se los distribuyen entre el Servicio de Limpieza y Residuos, los de Parques y Jardines y, como hemos mencionado, la policía. En combustible, el estudio declara un ahorro de 5.169 euros al año, cifra nada despreciable.

Hay que tener en cuenta también que todos los autobuses funcionan ya con biocombustible, y que Valencia puso el año pasado un sistema de alquiler de coches por horas con modelos eléctricos, iniciativa que se conoce como Movus (Movilidad Urbana Sostenible). Este sistema de alquiler, que se conoce como Carsharing, está bastante extendido a las principales capitales de la península, pero ellos fueron los pioneros en hacerlo con vehículos de cero emisiones.

Las dudas

Aún así, lo que se queda detrás del telón es si la electricidad realmente es factible a gran escala, y que además las plantas eléctricas funcionan en su inmensa mayoría con combustible fósil, así que, cuando estamos recargando el vehículo, estamos contaminando igual, sólo que en otro lugar. Aún hay mucho que hacer.

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