La fibra de carbono llegará a los modelos de Ford, el reto científico de toda una década


Cuando lo hagan, Ford será la primera marca generalista en utilizar esta auténtica tecnología de competición en coches de serie, que hasta la fecha sólo se ha visto en McLaren o Ferrari. Y va a suceder antes de que nos demos cuenta. De hecho, ya han empezado las pruebas con un prototipo de Ford Focus cuyo capó pesa exactamente la mitad que su versión en acero. Con respecto a este material, la fibra de carbono es cinco veces más fuerte, el doble de rígida y pesa una tercera parte. Podéis haceros una idea de lo que estos datos suponen para el ahorro de combustible.

Ford lleva experimentando con nuevos materiales ligeros toda la década, ya han conseguido bajar el peso en algunos casos más de trescientos kilos, cuestión que en términos de eficiencia sólo puede resumirse con la expresión popular de “poca broma”. Este amplísimo y ambicioso proyecto se llama Hightech.NRW, y consiste en la alianza del fabricante alemán con empresas e instituciones líderes en el desarrollo de nuevos componentes sintéticos.


Clave en esta alianza es Dow Automotive Systems, porque son los que trabajan en que la fuente de fibra de carbono sea económica y que sus métodos de fabricación en grandes volúmenes sean rentables. Esta empresa va a ser la responsable en gran medida de lo que puedan dar de sí los futuros híbridos enchufables y eléctricos de la gama Ford.

Hay más gente metida en el embolado científico que tiene organizado Ford. Composite Impulse, Toho Tenax y el Instituto de Ingeniería de la Automoción de la Universidad de Aachen. Los objetivos, según declaran los del óvalo, están en su mayor parte cumplidos.

Metas como reducir los tiempos de fabricación y lograr polímeros de fibra de carbono reforzada que superen los tests de Ford, y que den buenos resultados en pruebas de protección de peatones.

Superar el problema de la fibra de carbono

Si han desarrollado una variedad de fibra de carbono asumible en el valor final de un coche es todo un éxito, pero habrá que estar muy pendientes a cómo responde el material a los impactos. Porque la fibra de carbono tiene hasta la fecha de hoy un serio problema: no se aboya ni se deforma; cuando el impacto supera la tensión que el material puede absorber, la fibra de carbono que conocemos se hace añicos. Y no me quiero ni imaginar lo que puede costarte el seguro de tu coche si en un accidente no se pueden reparar las piezas de la carrocería, sino que hay que comprarlas todas nuevas.

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