Ford Focus ST-H, una edición limitada que podrás alquilar pero no comprar


Es un coche de alquiler sólo para la compañía Hertz y sólo para sus puntos de servicio en Europa. Es también una pseudo-epifanía de adoradores del Mustang Shelby GT-H, que rodó por primera vez en 1966 y siguió perviviendo hasta el GT350H del 2006. Ford y Hertz han llegado al acuerdo de repintar y atrezzar al Focus ST, una vez ambas compañías han constatado la popularidad del compacto y la alta demanda de los alquiladores.

Hemos visto alianzas, ediciones y preparaciones inverosímiles, pero es la primera vez que una marca hace un coche junto a una compañía de alquiler; sólo destinado para ser rentado por capricho y para 24 horas. El precio estimado es 90 euros por día.


El Focus ST
tal vez sea el producto minoritario/deportivo que más deprisa ha alcanzado la madurez comercial en Ford. En términos de vida de un modelo compacto de estas características, una firma como VW ha necesitado treinta años para tatuarle al incauto comprador el Golf GTI en la glándula pituitaria. Al Focus sólo le ha llevado tres generaciones, desde aquellos pocos Mark I ST170 que se fabricaron (hoy codiciados, buscadísimos y carísimos), sólo doce o trece años para coronarse entre los senescales de los compactos sport.

Y cuando ya tienes algo famoso en tu catálogo -y los más compulsivos echan espumarajos por la boca suplicando el RS– es cuando estás en posición de reclinarte en la silla y ver las cifras de ventas fluctuar y, con cierto sadismo, tienes a todas las marionetas dando bandazos.

Es cuando puedes recrearte en aventuras lisérgicas como ofrecerle una versión limitada toda entera a una casa de alquiler antes de decidirte a dar cualquier otro paso de gigante. Y con paso de gigante me refiero al advenimiento más que probable del tercer RS. Si el anterior tenía 300 CV, veremos hasta dónde escalan las especificaciones técnicas del EcoBoost que le siga.

Obviedades que tú mismo puedes ver en las fotos

El Focus ST de Hertz sólo está disponible en negro con las dos franjas de color oro matado. De otra manera no habría cómo justificar su pedigrí Shelby GT-H. A esto hay que añadirle la misma pintura dorada sin pulir en las llantas.

Por dentro lleva el tope de equipación disponible en la gama (la ST PLUS), con los asientos Recaro y el SYNC connectivity system que Ford ha democratizado para todos sus modelos. Motor, chasis o suspensión permanecen inalterados. No hay necesidad porque son perfectos y porque son los de cualquier Focus ST: 2.0 EcoBoost gasolina, 250 CV y un 0-100 km/h en 6,5 segundos.

Antes que pagar 150 euros por dar tres vueltas en un circuito con un Ferrari, suena más tentador darte el capricho de tener un ST un día entero para ti, y acercarte a comer un arrocito a Castellón por carreteras secundarias.

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