El semáforo bailongo de Smart

semaforo Smart
Para la DGT y para otros organismos que trabajan cada día con el objetivo de mejorar la seguridad vial, el tema de los accidentes de coche es muy preocupante. No hay que consumir alcohol, hay que abrocharse el cinturón, hay que realizar paradas para descansar cada dos horas… Todo eso está muy bien, ¿pero qué pasa con los peatones?

Las víctimas mortales se acumulan año tras año y los sistemas de seguridad activa y pasiva de los coches poco pueden hacer para evitarlo en determinadas ocasiones. De ahí que sea tan importante tomar conciencia sobre este asunto.

Los datos preocupan

La falta de paciencia o la ausencia de pasos de cebra nos puede llevar a cruzar por lugares que no son indicados para ello. También puede ocurrir que nos cansemos de ver el típico muñeco de color rojo que nos avisa de que no podemos cruzar y nos demos prisa para pasar al otro lado de la calle de forma imprudente. Son causas que explican la muerte de algunas personas cada año, y que nos dan una cifra escalofriante que conocimos el año pasado: la mitad de los muertos en ciudad son peatones o ciclistas.

The Dancing Traffic Light

semaforo Smart 2
Para contrarrestarlo siempre se ha recurrido a las campañas de sensibilización. Unas veces con ketchup de por medio y otras veces apelando al sentido común. Sin embargo, creo que ninguna es más efectiva que la que se ha inventado Smart. Ha creado el Dancing Traffic Light, un semáforo bailongo que te incita a esperar.

¿Por qué? Pues porque el muñeco de color rojo se pone a bailar al ritmo de la música. ¿Cómo lo hace? Lo hace reproduciendo los movimientos de las personas que se acercan a una cabina cercana al paso de peatones. Éstas pueden bailar en la intimidad haciendo todas las locuras que les dé la gana. La compañía alemana lo ha probado y los datos recopilados indican que aumentó en un 81% el número de peatones que esperaron a que el semáforo se pusiera en verde. ¿Será por la novedad? Puede que sí, pero no estaría mal hacer pruebas en varias ciudades. Locos para bailar en las cabinas seguro que no van a faltar.

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