Daniel Ricciardo sustituirá a Mark Webber en Red Bull


La prensa está triste: se acabó la veda. Ayer se cortaron de cuajo las conjeturas, los comentarios anónimos, las informaciones subterráneas y las gargantas profundas que sacudieron la Tierra desde que Mark Webber tiró la toalla, cansado del avispero que es Red Bull. El australiano será reemplazado por otro australiano: Daniel Ricciardo, y no por Kimi Räikkönen, como los más enardecidos y fundamentalistas hubieran querido.

Webber debió romper la baraja con aquel famoso “multiple 21” en el Gran Premio de Malasia, donde Vettel se pasó por los calcetines la orden directa y le robó la carrera. Supongo que fue la gota que colmó el vaso, harto de sufrir lo que se sufre en todos los equipos: hay un piloto, y el otro limpia lavabos y trae el café. Ésa es la realidad de la Formula 1. Si hay dos gallos en el corral, mal asunto.

Así que Mark se muda a pastos más verdes que, a menor gloria mediática, seguro que le reportarán una inconmensurable paz interior. Le deseo la mejor de las suertes en su primera campaña en la LMP1 de Porsche y las 24 Horas de Le Mans, donde a finales de los noventa ya corrió un par de veces. Tiene 36 años, es un hombre joven, experto y capaz, aunque las sociedades occidentales, pasados los 25, ya te deportan al sustrato donde fosilizan los dinosaurios. Así que cuando digiera la mala experiencia, no me extrañaría verlo de vuelta en la F1.

El compañero dócil

Daniel Ricciardo ni ha ganado ni ha hecho podios en los tres años que lleva dentro de un monoplaza de Formula 1. Sería surrealista que lo hubiera conseguido cuando empezó a bordo de un Hispania Racing. Pero dentro de la órbita Red Bull-Toro Rosso, sin ser el más meritorio, sí que ha sido el más constante, el que mejores sponsors ha traído y el que menos revuelo ha levantado. No se le ha tachado ni de agresivo ni de arribista, una cuestión fundamental para que Vettel tenga vía libre sin presiones interinas.

Con 24 años, Ricciardo deja una vacante en Toro Rosso para el 2014, aunque eso no llenará tantas páginas de periódicos. Cuando haya un sustituto definitivo, se sabrá. Él dice que está ansioso por aprender de Vettel y por el desafío que supone estar en “el mejor equipo del mundo actualmente”. Ésas son sus palabras.

Sería interesante ver a Daniel Ricciardo ganando carreras el año que viene. Veríamos cómo se lo tomarían Horner, Newey y Vettel… Por ahora, os dejo este bonito vídeo donde todo son parabienes, palmaditas al hombro y alabanzas.

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