Comparativa en vídeo, las tres generaciones del BMW X5


Os desglosé a fondo semanas atrás todo lo sabido y por saber sobre la tercera generación del X5, que no se podrá comprar hasta noviembre del 2014. Pero entretanto los de marketing saben que hay que calentar motores, y de la propia BMW llega este vídeo bastante útil para comprender cómo ha ido cambiando el coche en 15 años.

Así que tenemos las tres generaciones juntas, un side-by-side, que dicen ellos. O un cara a cara, para entendernos. Es un documento audiovisual útil para los que disfruten de la ingeniería y el diseño, y también una sugestiva arma para convencer a quien tenga un X5 viejo de que lo cambie por el nuevo.

El E53 X5 lanzado en 1999 parece ya una pieza de museo. El E70 X5 del 2006 aguantaría mejor el tipo si no fuera por los motores, y el F15 X5 flamante y rutilante marca ahora mismo el techo de los SUV gigantes. En BMW describen las tres generaciones como un work in progress, expresión británica que viene a significar que empiezas con un diamante en bruto y lo vas puliendo y perfeccionando con los años. El espíritu es el mismo, pero los resultados teóricamente deberían ser mucho mejores a cada actualización.

Evolución de las especies

Lo más destacable en esta comparativa es ver cómo el coche ha ido creciendo de tamaño progresivamente, contra todo sentido de la sensatez. Los frontales no han cambiado en demasía; la novedad ahora es que la parrilla de doble riñón va unida a los grupos ópticos.

Otro detalle es que el portón trasero dividido siempre estuvo ahí desde el principio, para aumentar la practicidad, y es una idea que no se ha rectificado o variado ni un ápice, ni siquiera con los cambios de ingenieros que han habido en el equipo durante todo este tiempo. Las leyes del darwinismo en la evolución de las especies han determinado qué genes iban a quedarse para siempre.

Más allá de dinamismo, tamaños, rendimiento y chapa, lo que más alaba la marca es el trabajo que se ha realizado en el interior del habitáculo. Dicen que este nuevo X5 va a dejar la misma sensación a sus ocupantes que si hubieran viajado dentro de un Serie 7. Eso es aspirar a mucho; habrá que verlo. Porque en los dos X5 que he conocido siempre me ha desagradado el esfuerzo que hay que hacer para entrar dentro del coche. Pero para gustos, los colores…

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