Cómo convencer a tus padres para que te dejen conducir un coche potente

BMW M5 azul
Creo que más de uno se sentirá identificado con el contenido de este artículo. Más de uno que ha cumplido la mayoría de edad, se ha sacado el carné de conducir y se ha encontrado con una barrera justo cuando iba a coger el coche de sus padres.

Si es nuevo o si es muy potente, lo más probable es que te quedes con las ganas de conducirlo. Nadie quiere dar sus llaves a un novato en semejantes circunstancias, ni siquiera tratándose de su querido hijo.

Un BMW M5 que no se toca

Es lo que le ha pasado al protagonista del vídeo que puedes ver unas cuantas líneas más abajo. Sus padres tienen un BMW M5 y a él se le cae la baba como se nos caería a cualquiera de nosotros. Quiere conducirlo por la mañana, a mediodía, por la tarde, por la noche, de madrugada… Pero el problema es que no se fían demasiado de él. No sé si es porque son demasiados caballos para pocas neuronas o qué, pero el caso es que la criatura ha querido compartir con todos nosotros su angustia.

Aunque hay gente con facilidad para aprender que tiene la cabeza lo suficientemente amueblada como para no cometer locuras al volante, lo cierto es que en nuestros primeros años con el carné de conducir siempre nos llevamos algún que otro susto por culpa de la inexperiencia. Cualquier despiste puede ser mortal, y de eso no nos damos cuenta hasta que experimentamos el peligro en primera persona.

BMW M5

La estrategia es clave

Nuestros compañeros de Vehicle Virgins han tenido una idea para echar un capote a todos aquellos que se sienten reprimidos. Han recurrido a esos papelitos que utilizamos para apuntar cosas en el trabajo, los típicos post-it que nos recuerdan todas esas tareas urgentes que no podemos olvidar. Lo que han hecho ha sido colocarlos en determinadas partes del coche para tapar ese emblema tan poderoso, el del M5. Se ha convertido en un 518i como por arte de magia, aunque me temo que su motor se ha mantenido invariable. Tapar los logos M no es suficiente.

El vídeo está en inglés, pero puedes activar los subtítulos para entender mejor qué es lo que dice su imberbe protagonista. La verdad es que se lo toma con mucho sentido del humor y nos enseña una serie de técnicas que merece la pena llevar a cabo para ganarse el visto bueno de unos padres preocupados.

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