¿Cómo colocar el gato del coche?


Existen muchos instrumentos adicionales para el automóvil que nos pueden ayudar en casos excepcionales, como botiquines, triángulos, cadenas o herramientas de suma importancia, como por ejemplo los gatos del coche. Un pinchazo en mitad de trayecto puede resultar un problema si no tenemos a mano un elemento como éste, ya que es indispensable para cambiar una rueda o inspeccionar del mismo modo la parte inferior del nuestro automóvil. No obstante, el gato puede resultar un utensilio peligroso si no sabemos bien cómo funciona, así que hoy te daremos algunos consejos sobre su uso muy prácticos y sencillos.

La posición del coche

Antes de comenzar debes asegurarte de que el coche esté en la zona más firme, segura y llana posible. Nunca uses un gato sin el freno de mano bien puesto y en terrenos desnivelados, blandos o inestables como el campo. Al mismo tiempo, si te encuentras en el arcén de una carretera debes señalizar tu presencia mediante triángulos y chalecos reflectantes, así como encender las luces de emergencia. Además del gato, usa siempre soportes adicionales para tu seguridad.

¿Cuál es la mejor superficie para colocar el gato?


Para colocar el gato bajo la zona más estable y robusta del chasis, es importante conocer la estructura del mismo. Así pues, confirma que tu vehículo tiene un lugar específico para la instalación de gatos justo a la derecha de la rueda delantera, o en la izquierda de la trasera, según las observamos de frente. Algunos modelos de coches disponen de una placa de metal adicional con un grueso de 3 pulgadas (7,5 cm) soldada a lo largo de la parte inferior del coche. Una vez localizado el punto más seguro, ancho y fuerte del chasis, colocamos el gato justo debajo.

Pronto habremos comenzado la tarea, pero antes un truco de seguridad; coloca tumbada la rueda de recambio bajo el lateral del coche y todo lo aproximado que puedas a ti. Esto sirve para que, en caso de que el gato falle y el coche se desplome, la suspensión no pueda superar los 18 cm que suelen medir normalmente el ancho de las ruedas convencionales o de sustitución. Toda precaución es poca a la hora de cambiar una rueda.

No forzarlos a demasiado peso o inclinación


Ahora solo tienes que hacer subir el gato hasta que el automóvil se despegue del suelo a una distancia prudente, nunca forzar el gato a su máximo nivel porque la torsión del coche puede suponer la rotura de elementos técnicos, por no hablar del elevado riesgo que supone para nuestra seguridad.

Tipos de gato

  • Caballetes: Son baratos y se venden por pares. Pueden ser plegables o de aluminio.
  • Gatos hidráulicos tipo carretilla: Algunos pueden soportar hasta 4 toneladas de peso, son planos y cómodos de guardar en el maletero. Supone un elemento extra de seguridad.
  • Gatos hidráulicos de botella: La diferencia entre estos gatos y los convencionales es el sistema de elevación y sujeción del coche, ya que solo cuenta con un punto de apoyo.
  • Gatos tipo tijera: Son los más conocidos y los que tiene la mayoría de la gente, puesto que son baratos y pueden levantar un peso de hasta 1,5 toneladas.

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