Coches eléctricos de aluminio: China quiere dejar de ser el país más contaminante del mundo

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El invierno del 2013 se registraron en Beijing bancos de niebla tóxica que dispararon las alarmas sanitarias. Actualmente la República Popular China es el mayor emisora de CO2 en la atmósfera, en buena parte por la eclosión industrial registrada en las dos últimas décadas.

El Primer Ministro, Li Keqiang, ha anunciado una guerra a la polución y pretende endurecer los objetivos que se fijaron en el 2009. Es decir, que para el año 2020 la contaminación por dióxido de carbono tiene que bajar a un 45% de lo que se registró en el 2005.

Es una reacción que se ha engranado en cuestión de meses, y empieza con un comunicado del gobierno donde se exige que el 30% de los vehículos oficiales sean eléctricos o empleen alguna fuente de energía alternativa antes de que se cierre el 2016.

La agencia de prensa económica Bloomberg se entrevistó con el vicepresidente de Novelis Inc., que es el mayor proveedor de láminas de aluminio para los fabricantes de la industria automotriz. Sashi Maugdal confirmó lo que están explicando las autoridades y añadió que, de alguna forma, es la punta de un iceberg; la demanda de aluminio crecerá un 30% cada año en la próxima década, y ésta es la estimación más pesimista de Maugdal. Porque él está convencido de que, si hay un país capaz de redefinir todo su escenario económico-industrial en cinco ejercicios fiscales, es precisamente China.

Preparándose para el despegue

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La compañía de Sashi Maugdal está a las puertas de pulsar el botón ‘ON’ de una planta de láminas de aluminio para automoción con capacidad de 120.000 toneladas al año. La megafactoría se ha ubicado en Changzhou, a 180 kilómetros de Shanghái. Los contratos con los sellos chinos, surcoreanos y japoneses ya están en fase avanzada de negociación, y la firma Novelis avanza que en el caso chino una gran porción de ese stock va directa a los automóviles sin motor de combustión:

China se ha marcado un objetivo muy agresivo de poner coches eléctricos en la calle. Si todo el proyecto despega, el 30% de crecimiento de demanda de aluminio anual lo rebasarán por mucho más.

Sashi Maugdal sabe, o así se lo contó a los reporteros de Bloomberg, que el gobierno busca mucho más que reducir la dependencia por el petróleo o el carbón. Para el gabinete de Li Keqiang los coches eléctricos son una industria estratégica y asociarlos al uso del aluminio hará un efecto escoba en el global de la automoción, que verá en la reducción de peso otro factor fundamental para cumplir las normativas anticontaminantes europeas y norteamericanas.

En 17 meses, las maniobras bursátiles con la especulación del precio del aluminio se ha acelerado. Maugdal dijo:

Si te preguntas por qué el aluminio en la fabricación de los cuerpos de los coches está disparándose es porque la preocupación medioambiental se ha colocado como una prioridad y se acentuará más en el futuro…

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